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Pusha T vs Drake: del BAPE beef a ‘The Story of adidon’

Publicado por el 31/05/2018 en Artículos

¿Puede un beef empezar por algo como una sudadera BAPE? Seguramente sí, seguramente no. Esta semana ha estado movida en el panorama rap mainstream, en el que dos pesos pesados de la escena han protagonizado el beef del ¿año? ¿década? ¿el nuevo Ether? con solo tres temas. Hablamos de Pusha T y Drake. Pero, ¿cómo empezó todo?

En 2006, Lil Wayne venía de lanzar ‘Tha Carter II’. Aunque para muchos ‘Tha Carter’ fue el mejor disco de la serie, lo cierto es que su continuación estuvo -cuanto menos- a su altura. Aclamado a nivel crítica y también comercial, podríamos decir que Weezy (F. Baby) disfrutaba de un momento dulce.

Por su parte, Clipse venía de una carrera larga pero estancada. Tras lanzar su ‘Lord Willin’ en 2002, se encontraban en un punto muerto, con el álbum grabado desde 2003 pero parado por su discográfica (Jive). Al final de ese año, lograrían que su ‘Hell Hath No Fury’ viese la luz.

Y en ese punto se encontraron. 2006 fue también el ejercicio en que Wayne protagonizó la portada de Vibe con una hoodie BAPE y el mismo en que el dúo de hermanos de Virginia lanzaría su single ‘Mr. Me Too’. Aunque nos parezca raro ahora, hubo un momento en que la gente se peleaba por BAPE. Acababa de nacer el beef.

Wayne, además de multitud de virtudes como artista (y una carrera prolífica desde niño), siempre ha tenido el sambenito de ser, como decían Pusha y Malice en su single, un «Mr Me Too». Es decir, aquel que se apropia de aquello que mola y que ve en otros. Aparentemente, el ex Hot Boys se tomó el tema como una referencia directa por utilizar BAPE, a lo que respondió en una entrevista en Complex en la que venía a decir, en un resumen abstracto, que él era la polla, ganaba un pastizal, cobraba hasta 150.000 dólares por featuring y que Pharrell no era nadie hasta que él puso de moda la marca de Nigo.

Y el resto es historia. A partir de ahí, una sucesión de pullitas de ida y vuelta, tanto a través de los medios como mediante temas. En ocasiones relajándose (incluso con un shout/out de Pusha T de por medio), en 2012 el beef alcanzó su punto álgido (hasta el momento), con ‘Exodus 23:1’.

El tema es toda una demostración de cómo lanzar un diss subliminal, pero con toda la rabia y mala leche del mundo. En resumidas cuentas, leña para Lil Wayne y también, de soslayo, para Drake (hasta entonces había sido algo más nivel pullitas en temas como ‘Don’t Fuck with Me’ o ‘Dreams Money Can Buy’), por el lío contractual en el que andan metidos, por no ser el arquetipo del rapero gangster o por rapear mentiras.

Durante los siguientes años, el beef continuó ahora ya centrado 100 % entre el cocaine rapper y el de Canadá. Reduciéndolo al máximo, una sucesión de temas de un lado a otro en el que Pusha acusaba a Drake de todo lo que se le puede acusar (su pasado, que le escriben las letras, ser blando, etc.) y al revés, pues ser un flipado en cuanto a su pasado como traficante, básicamente.

Esta fórmula ha sido la misma que hemos visto en los últimos días. Pusha T ha estrenado ‘Daytona’, su último álbum que, bajo la fórmula que le funcionó a la perfección en obras anteriores como ‘Darkest Before Dawn’, supone la vuelta del MC. Producido enteramente por Kanye West y con siete temas que apenas superan los 20 minutos de duración, le ha servido para ser viral
antes, durante y después.

Antes por la intrahistoria acerca de la portada (Kanye West optó por cambiarla en el último momento para lo que tuvo que licenciar la imagen del baño de Whitney Houston por, supuestamente, 85.000 dólares); durante porque digan lo que digan es un pepino de disco y después por toda la controversia que se ha desatado por Infrared y la posterior respuesta de Drake.

‘Daytona’ es un gran trabajo: sólido, oscuro, maduro, atemporal y fiel al estilo del que ahora es presidente de G.O.O.D. Music. Pero la respuesta de Drake estuvo, por fin, a la altura del ‘Exodus 23:1’. Sin grandes aspavientos, el MC ex-actor ha hecho una especie de B Rabbit en la final de 8 Mile contra Papa Doc sólo que, en este caso, él se atribuye todos los roles, desde el tío duro de barrio hasta el de pijo metido a rapero. Así, se desnuda sin complejos ante el hecho de que en su momento fuese un stan de Pusha e incluso comprase un micro firmado por este último, vuelve a situar a este a la altura de supernarcos para hacer burla de su querencia por el rap de traficante e incluso se atreve a meter en la disputa a Kanye West.

A Drake el viento le sopla en la espalda para este tipo de respuestas y eso siempre ayuda. Es un mal momento para G.O.O.D. Music con toda la opinión pública en contra de Yeezy por sus últimas controversias. Y Drizzy es, posiblemente, el rapero favorito de Internet y de la clase media, con una comunidad fortísima de fans que aplaudirán todo lo que hace. Con la capacidad de convertir en oro (es decir, en millones de visitas) cualquier tema que lance, el de ‘Cash Money’ se ha visto en forma suficiente para intentar matar (musicalmente) a Pusha T.

Al lanzamiento del Duppy Freestyle se sumó un intercambio por redes, alcanzando un pico de hilaridad con el que tuvo lugar en Twitter. A referencia de una de las barras, en la que Drake afirmaba haber reactivado las ventas de ‘Daytona’ con este diss, Pusha respondía al tweet de OVO pidiendo el ingreso. A su vez, Drake ha publicado en Instagram una imagen de un supuesto recibo de 20.000 dólares con el concepto «revivir carreras». Y todo ello con otros actores de por medio, por ejemplo el padre de Drake también en la red social fotográfica.

Y cuando todo parecía resuelto, con un Drake ganador, Internet explotó de nuevo. Pusha vuelve a ser el Pusha que conocimos con ‘Exodus 23:1’ y revienta al mc canadiense con su respuesta: ‘The Story of Adidon’ (sobre el beat del tema de Jay Z ‘The Story of OJ’). Una barrida brutal en la que ataca con todo lo que tiene a Drake, desde el título (una referencia al supuesto hijo de Drake, Adonis, y el contrato con adidas), pasando por el artwork (una foto real de Drake haciendo un blackface) y el propio contenido. La T del nombre de Pusha se transforma en un «Tengo para todos» y atiza con ganas: desde la truculenta relación de Drake con su padre, su hijo no reconocido, la posición de Drake respecto a la cultura afroamericana y el hecho de ser hijo de una madre blanca, tiros a Noah ’40’…No vamos a extendernos aquí en analizar al detalle las letras (cuando existe Genius) pero el volumen de profundidad y rabia de estas barras es impresionante.

Y así está la cosa. Uno de los beefs más sibilinos y largos, con más de una década a sus espaldas y que nació en la época de portadas de revistas y entrevistas en radios, ha vuelto a ser noticia y ha explotado en el mundo de los foros e Instagram. Como Pusha T promete en su respuesta, va a ser un verano largo y con más capas que una cebolla. Y comenzó con una sudadera BAPE.

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