Tras la apertura de dos pop-up stores –en NYC y Dover Street Market Ginza–, Louis Vuitton ha creado una exposición en Los Ángeles que muestra las principales colaboraciones de sus 160 años de historia, además de una selección de bolsos customizados y una pop-up store de estética tropical.
La exposición Louis Vuitton X, afincada en el edificio 468 North Rodeo Drive en Beverly Hills, se presenta en 10 habitaciones repartidas en dos pisos y contiene más de 180 artículos de archivo de la maison francesa, alimentando así un constante diálogo entre el pasado y el futuro; el patrimonio y la moderninad; el conocimiento y la innovación.
Algunos de los espacios de la exhibición son de color negro, contrastados con coloridos diseños de luces, mientras que otros se asemejan más a impolutas galerías de arte. Una de las salas presenta paredes, techo y suelo de tablero de ajedrez en un color rosa polvoriento, mientras que una parte del espacio representa un océano turquesa con un bote, un muelle y acantilados.
Otra de las salas está diseñada con paredes blancas cubiertas con el gráfico ‘Louis Vuitton’ en fuente negra, sobre la que se han incorporado docenas de coloridas pinturas contemporáneas.
En la planta superior del edificio se encuentra la pop-up store, un espacio decorado con palmeras rosas y cuyo techo amarillo está abovedado, dejando pasar la luz a través de sus ventanales.
En cuanto a los artículos expuestos, Louis Vuitton X incluye seis bolsos Monogram de cuero que han sido reinterpretados por artistas y diseñadores de renombre, entre ellos Karl Lagerfeld y Zaha Hadid, así como Rei Kawakubo, Yayoi Kusama, Cindy Sherman y Frank Gehry.
Otro de los highlights de la exposición se trata de la última colección de Artycapucines de LV, un proyecto colaborativo con seis artistas contemporáneos para reinterpretar el bolso Capucine. Sam Falls, Urs Fischer, Nicholas Hlobo, Alex Israel, Tschabalala Self y Jonas Wood fueron los elegidos para el proyecto, y sus creaciones se muestran simétricamente dispuestas en podios blancos, cada una iluminada con un color diferente.
Piezas como la colección de baúles de LV de principios del siglo XX, botellas de perfume art déco y escaparates diseñados por el nieto de Louis Vuitton (Gaston-Louis) terminan de redondear la exposición.
