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El pasado verano, Aesop anunciaba su onceava propuesta de su línea de perfumería, «Virēre», una fragancia poco convencional que evocaba el aroma de los cítricos calentados por la luz del sol, higueras y té verde con un fondo amaderado que daba un resultado único. Varios meses después, la compañía australiana anuncia el lanzamiento de «Aurner», una nueva referencia que ofrece un giro a los perfumes florales tradicionales.
La perfumista Céline Barel ha sido la encargada de desarrollar la nueva fragancia junto a la compañía, con una formulación que incluye hoja de magnolia, manzanilla romana y corazón de cedro, con notas de té, cítricos y un toque especiado por el cardamomo y la pimienta rosa que contrasta con el dulce y herbáceo de la manzanilla de un modo poco explorado en la perfumería.
Su nombre, «Aurner», proviene de un verbo antiguo nórdico que viene a significar algo así como «adornarse o embellecerse con flores», entendiendo el nuevo perfume como un acompañamiento que envuelve la piel.