El paso a la adultez significa, muy a menudo, un encontronazo con el desencanto, con una madurez que se siente impostada y con una inevitable resistencia a dejar ir. Amaia abre Si abro los ojos no es real cruzando un puente que no sabe dónde le llevará ni si habrá alguien al otro lado, un viaje que plantea un nuevo capítulo de su carrera que se construye sobre la nostalgia y en el que trata de desgranar el poso de todas las Amaias del pasado.
En su trabajo más experimental hasta el momento, Amaia se ha rodeado de algunos de los nombres más brillantes del presente y del futuro de la música de este país, con la presencia de Judeline, Ralphie Choo, DRUMMIE, Alizzz, Daniel 2000, Irenegarry, AMORE, Jimena Amarillo, Barry B o Teo Planell junto a los que explora a lo largo de los doce temas que componen el disco nuevas texturas y atmósferas que acompañan su – casi siempre contenido – talento vocal y en el que también caben guiños y homenajes, por ejemplo, a su admirada Marisol en TOCOTÓ, uno de los avances del álbum que servía de carta de presentación para el proyecto.
Crecer, la familia, la fiesta, la muerte o el amor son algunos de los temas que transitan por este nuevo comienzo cuya presentación ante el gran público dará comienzo el próximo mes con una doble fecha en Sant Jordi Club (Barcelona) y una visita al Movistar Arena (Madrid) los días 21, 22 y 23 del próximo mes.