París, Francia. La ville de l’amour et la lumière. El lujo, el estilo y la sofisticación hecha ciudad. Berlín, Alemania. O de cómo una ciudad dividida y pobre puede convertirse en el lugar preferido de cualquier forma de cultura urbana. Esta semana la primera rinde homenaje a la segunda en Berlin Next un festival en el que la capital francesa agacha la cabeza y admite que hay otras ciudades que le están tomando el relevo en cuanto a underground se refiere.
Berlin Next tiene lugar de martes a domingo en la Gaité Lyrique, un espacio recién estrenado en la capital que aspira a convertirse en un centro de referencia de la cultura actual en todas sus vertientes. Así los 13.000 m² de este espacio ecléctico y minimalista, serán testigos esta semana de un sinfín de conferencias, proyecciones tales como “Villalobos” de Romuald Karmaker o “The other side of Berlin”, dirigida por la misma Ellen Allien y conciertos y djs sets como Pantha du Prince, Apparat, Bodi Bill y Vladimir Kaminer. La oferta es impresionante, aunque las plazas vuelan y los precios rondan entre los 17 y los 24 euros por noche. Porque no hay que olvidar que aunque Berlín se desplace a París durante una semana, seguimos encontrándonos en una de las ciudades más caras del mundo.
25gramos no podía faltar a esta declaración de amor en francés a una de nuestras capitales favoritas, así que ayer nos armamos de valor y pese a la lluvia, nos colamos en la Gaité Lyrique. Aquí os dejamos una breve muestra de lo que encontramos.
De la mano del artista Moritz Von Oswald entramos en la Chambre sonore, una habitación cerrada con las paredes cubiertas de un tapiz sensitivo en la que el visitante puede sentarse a disfrutar con todos sus sentidos de las nueve canciones que se escuchan sin cesar.
Un poco más adelante, Visomat Inc. Et Telematique presenta una proyección inspirada en las formas arquitectónicas de la ex república democrática alemana, seguido por una animación del artista berlinés Evol que utilizando como materiales la pintura y el cartón recrea los edificios que bien podríamos encontrar en cualquier barrio de la capital alemana, mediante proyecciones que muestran la vida, las historias y la evolución de una ciudad en continuo movimiento.
A la salida, la majestuosa arquitectura de París no engañaba a nadie. La enorme cola de jóvenes ansiosos por ver a Pantha du Prince y el cartel anunciando el nombre del festival dejaba bien claro que la vieja gloria se ha rendido ante el encanto inesperado de Berlín (Next).