Ritmos que bien nos recuerdan al hilo musical de un hotel de otra época empiezan a situar a los asistentes. Al son del ‘Finally’ de CeCe Peniston o la inmortal ‘Ma quale idea’ de Pino D’Angio, entre otras, zarpa la nueva colección del eterno Karl Lagerfeld. El cual, a bordo de su buque La Pausa, navegará por encima de todos los preceptos que han dictado los puristas de la industria con rumbo a la performance que cada año nos regala en forma de desfile.
La Pausa era la villa que la inolvidable Gabrielle (Coco) Chanel tenía en la Riviera francesa donde pasaba sus momentos de descanso. Por este motivo, la temática marinera y vacacional de Chanel Cruise Collection no puede definir mejor la inspiración detrás de la misma. Rayas navy horizontales, anclas rojas en suéteres blancos, pantalones amplios y por encima del tobillo, el inconfundible tweed de la casa parisina en boinas o trajes de dos piezas. Prints asimétricos y, en general, siluetas ligeras, sin marcar, relajadas, como la estética propia de la época estival presente en cada diseño fueron las notas dominantes de las propuestas de Karl para la colección Crucero 2018/2019.
Después de la instalación en el Grand Palais de París de supermercados, terminales de aeropuerto, ateliers a pleno rendimiento, exuberantes cascadas o el lanzamiento de un cohete dirección al espacio exterior, este crucero es de las pocas puestas en escena que quedaban por manar de la impredecible mente del diseñador alemán.
Sin duda, Kristen Stewart, Paris Jackson y Margot Robbie, embajadoras de Chanel, junto al resto de invitados, disfrutaron de una velada única a pie de pasarela, y de una señora fiesta dentro del barco una vez el show levó anclas.
