Clarks Wallabee: historia del zapato más icónico

Es raro escribir un artículo, en una web sobre moda urbana y sneakers, un artículo sobre un zapato. Pero es que este caso lo merece. Y es que los Clarks Wallabee son, posiblemente, el zapato más icónico dentro de la escena zapatillera.

Una silueta que ha sido del gusto de rudeboys jamaicanos y mods, padres de todo el mundo, rappers y amantes del calzado en general. Un ejercicio simple de diseño pero elegante a más no poder y que llama la atención allá donde va. Un modelo que ha protagonizado todo tipo de colaboraciones con la primera línea del streetwear y que, sin embargo, se nos suele escapar cuando hablamos del mundo foot. En resumen: un mito.

Un poco de historia

Como todos los grandes mitos, las Wallabee no nacieron con la suerte de frente. Incluso la historia tras el mito comienza de forma rocambolesca. Ideados en un comienzo por la empresa alemana Sioux (que alcanzó un acuerdo con Clarks para su fabricación en la irlandesa fábrica de Padmore & Barnes, propiedad de la empresa americana), se vendían inicialmente en los mercados europeos bajo el nombre ‘The grasshopper’. Todo esto cambió en su presentación en Estados Unidos en una feria de calzado. El nombre ya estaba registrado, con lo cual directivos de las dos firmas dieron, de forma casi exprés, con la clave de bautizar a este modelo tal y como lo conocemos hoy en día. Demos gracias a que todo esto sucediese, pues saltamontes sería un nombre bastante flojo para un calzado.

Las Wallabee son, posiblemente, la sublimación de las aspiraciones de Clarks, una marca bicentenaria cuyos socios ansiaban un zapato que se ajustase al pie con la máxima comodidad. Un pliego de condiciones que este modelo cumplió.

¿Qué hace único a las Wallabee?

En primer lugar, y sin duda, su diseño. Tan simple como destacado, uno de los elementos que más llaman la atención es su suela crepe, que pese a su aspecto rudo le otorga una comodidad nada convencional en zapatos de este tipo. Lo estético se completa con un upper en el que la zona de la puntera atrae el peso de las miradas, debido a su curva pronunciada y su forma rectangular. Pocas concesiones a la aerodinámica o la elegancia. Esto, sin embargo, no es óbico para que sea un calzado polivalente y con un toque de distinción.

La Wallabee parece inspirarse en otro de los modelos míticos de Clarks, las Desert Boots, en lo relativo a colores. Con un suede que se presenta, salvando excepciones, en piel o ante de colorways como el burgundy, camel, ochremaple, negro o marrón. Seña de identidad de esta silueta.

Buena parte de que las Wallabee sean mucho más que un zapato la tiene en Jamaica. Y es que en la escena reggae de la isla, los rudeboy convirtieron a Clarks en marca oficial de este movimiento. Tanto que incluso se han editado libros sobre la materia, como el ‘Clarks in Jamaica’ de Al Fingers, una obra que recoge cómo la marca se convirtió en un fenómeno en este país. No es de extrañar, la relación entre las islas británicas y jamaicanas ha sido siempre de doble dirección. Así, Clarks, un calzado británico, inundó la isla. Y Jamaica lo convirtió en un icono para que volviese a su país de origen. Así, la popularidad por la marca impactó también en las Wallabee, ayudando a consolidarla como un zapato de culto.

Pero, más allá de esto, si hablamos de Wallabee como fenómeno tenemos que saltar hasta el año 1993.

Las Wallabee y la escena hip-hop

‘Enter the Wu-Tang’ (36 Chambers) vio la luz en ese año. Su impacto en la escena fue tal, así como el desarrollo que tuvo sobre otros elementos. Como la escena ‘Lo y el Snow Beach, que se tiende a olvidar las aportaciones sobre otros elementos. Pero ya se introdujo la presencia de las Wallabee en el imaginario de los de Staten Island. Así, Method Man ya referencia a este zapato en ‘Gravel Pit’, lanzando un name dropping de Ghostface Killah (a.k.a. Tony Starks). También ese mismo año, Ice Cube referenciaba este modelo de Clarks en su single ‘Really Doe’.

Sería precisamente Ghostface el que más amor demostraría con el tiempo, ganándose el auto-sobrenombre de ‘Wally Champ’. Con ese título bautizaría su recopilación de remixes y rarezas. Pero, antes de eso, ya mostró al mundo como teñir unas Wallabee en ‘Glaciers of ice’ o dejó caer este modelo en su remix del ‘Can it be all so simple’ que apareció en ‘Only Built 4 Cuban Lynx’. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de su LP ‘Ironman’. ¿Qué zapato aparece en la portada? Seguro que adivináis la respuesta. Más allá de esto, las Wallabee han sido también carne de colaboraciones por otros artistas. Por ejemplo, un modelo firmado por MF Doom, así como una edición especial de Raekwon.

Fuera de lo musical, y reflejo de lo mucho que supone este zapato, las Wallabee también fueron protagonistas en Breaking Bad, al ser calzadas por el protagonista, Walter White, durante buena parte de la serie que recoge su transformación de profesor de instituto y fracasado a kingping de la droga tras descubrir que sufría un cáncer terminal.

No terminan aquí las colaboraciones que Clarks ha llevado a cabo. Por supuesto, Supreme, Stüssy, Goodhood, Barney’s New York, Staple, BAIT (inspirada en la ya mencionada Breaking Bad), Offspring… Para todos los gustos. Nombres que reflejan el impacto de este zapato en el imaginario colectivo del streetwear. Wally, Wallabees… sin duda, por derecho propio, todo un icono.

Al Sobrino