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Cómo gastarse 3.700 € en dos días en Copenhague (y luego no tener ni para pagar Netflix)

Publicado por el 20/11/2018 en Artículos

No se me ocurre otra forma de empezar esto que dando las gracias por existir. Y no, no vamos a comentar lo que parecía ser un hit de los noventa de Eros Ramazzotti; sino de lo que, aunque hablar de ella ya sea manido y ver sus canales en un feed de Instagram implique más de 12 scroll, es la meca del minimalismo y el estilo hygge*. Así es, gracias por existir Copenhagen.

En un viaje relámpago junto a Lucía con ganas de actualizar base de datos, vuelo directo a la capital danesa. Con poco más del millón de habitantes y un plan urbanístico pensado por los Ent, la ciudad alberga decenas de espacios donde desayunar, perderse, comprar, desayunar, comprar y visitar.

*No existe una traducción exacta del término en castellano, pero consiste en disfrutar de las pequeñas cosas.

 

1. Atelier September, Gothersgade 30

Recomendados por una buena amiga, María, nos fuimos a desayunar a Atelier September, un espacio salido de la cocina del palacio de Luis V. Un huevo a «los cinco minutos» (o así le llama mi madre), café, un queso suave de oveja y un pan más negro que el interior de mi armario. Un sitio que desprende ese saber hacer danés y la importancia de tener unas flores frescas y un buen café en vez de un neon gritando sin consuelo.

 

2. Han Kjøbenhavn, Vognmagergade 7

Aunque ya habíamos conocido la colaboración de PUMA con Ader Error meses atrás en algún que otro showroom; siempre está bien verlo en tienda. Y más si la tienes debajo de casa. La tríada del éxito se junta para dar una vuelta a la intersección de los 80 y 90. Unas PUMA RS-0, 4 o 5 piezas de upper y un chandal conforman lo que parece una salida del heritage por parte de Han Kjøbenhavn. Y mejor todavía si unes a Ader Error, siempre caballo ganador.

 

3. Butik for Borddaekning, Møntergade 6

Esto sí que no vale; sales con todas las buenas intenciones de no comprar en la primera tienda, de contener tu deseo irrefrenable de ventilarte la mitad de las cosas que tienes en casa y conoces a Pia Baastrup. No sólo no conoces a una de las diseñadoras de producto más amables de la ciudad, sino que te cuenta que hoy cierra su tienda después de 15 años. Una tienda donde aúnan algo más de 10 diseñadores y piezas únicas que incluyen tenedores de latón, vasos de cristal soplado y una vajilla hecha de papel «ceramicado». Pues eso, allí no quedó nada.

 

4. Neighborhood

Aunque las fotos están desenfocadas, retratan el tiempo que vimos tanto los tacos de «atún» con mini esferificaciones de wasabi como las dos pizzas hechas a base de patata asada. Volaron. En esta pizzería clandestina, en la zona de la estación central, puedes comer muy bien y sin remordimientos, siempre y cuando no seas vegetariano y no te hayas comido las tacos más ricos del mundo que, en realidad, no eran de pescado. La zona, algo más urbana que el resto de la ciudad, y con cierta decadencia con la que no cuentas cuando visitas un país como Dinamarca.

 

5. Design Museum Denmark, Bredgade 68

Entono el mea culpa, por que sí, lo tuvimos que tocar todo. Ya fuese de refilón o con el aire de vuelta de respirarles muy cerca; pero no es peor contener un deseo que expresarlo y disfrutarlo con tu pareja. El museo del diseño de Dinamarca tiene las piezas con las que nos criamos, nos formamos, nos dormimos y utilizamos; pero no las copias o las series, no. Las originales. Es un sitio para tomárselo con tiempo porque, spoiler alert, cuando llegas a lo que parece el final… Hay toda una sala de diseño japonés y su vínculo con el contemporáneo. Y por si fuera poco, hay tienda de regalos y una cafetería que humedecen los ojos.

Una vez te quitas la ansiedad de verlo todo y piensas retrospectivamente, es realmente sobrecogedor el haber podido estar cerca de símbolos y elementos que han conformado nuestro estilo de vida actual. Lo que muchas veces parece una simple silla, recuerdas que es una expresión de una evolución conductual y demográfica. Sin ir más lejos, ver que gracias al doblado de vapor de madera y aluminio hemos podido enviar cajas con más de 50 sillas para la reactivación de la vida en la posguerra… Bla bla bla, perdón. Que me vengo arriba.

 

6. 108, Strandgade 108

Y como no tuvimos tiempo para parar a comer, pues nada como una cena en el estrella Michelin de la ciudad. Platos con base en una agricultura sostenible y sin pretensiones. Platos con base en el sabor sin florituras. Me quise poner a modo chef table, y meterme dentro de la cocina, pero me dijeron que no. A cambio me dieron una nueva bandeja de pan. Fríamente, no fue mal cambio. 8 platos degustación: primero, un nabo blanco frío con una base agria (vamos, un camino de la vergüenza de toda la vida), segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo (no recuerdo el orden) pasaron desde tempuras de setas, hojas de parra fritas con un merengue salado y atún, tartar de cordero (como ya nos habíamos comido los tacos, pues a tomar por culo la vida) y de último, y lo único dulce, una tarta negra a base de chocolate de hongos.

 

7. Jardín Botánico de Copenhagen, Gothersgade 128

A la mañana siguiente, y cumpliendo una de las peores pesadillas de Sara, nos fuimos a un jardín de mariposas. Sara, de la que te has librado. Posiblemente, lo único turístico que hicimos. Pero le teníamos las ganas desde hace tiempo. Además, como set es único. Y si te gustan algo las plantas, tienes para llevarte de vuelta a casa.

 

8. HAY House, Østergade 61

Aunque parece un product placement, no lo es. Si eres fan del pequeño homewear, Norman Copenhagen y HAY siempre son una buena opción. Tienen poca profundidad de catálogo, pero cada temporada traen algo nuevo y siempre se te ocurre algún uso que darle. Compra sin criterio, ya luego te lo piensas. Cierra los domingos, así que no lo dejes para el último día, son 3 plantas y hay detalles en cada esquina, ventana, estantería, puerta, mesa, baño, caja registradora, silla, horno… Vamos, que si no habéis facturado, ya os vale. Nota: cualquier cosa que compréis pedirla para regalo.

 

9. The Corner, Strandgade 108

A la vuelta de la esquina del 108 está The Corner, la parte más casual del restaurante y una muy buena opción para un snack o una parada a media tarde. Importante leérselo con detenimiento, el pseudocaldo de flores de la foto era la opción vegetariana a un bocadillo de roastbeef. Una vez acabes, aprovecha el último sorbo de café y llévatelo a una de las hamacas libres que hay frente al canal. Si te haces con una manta, puedes echar la tarde viendo las «narco lanchas» que entran en la Ciudad libre de Christiania (una conocida y masificada comuna danesa).

 

10. Stilleben, Niels Hemmingsens Gade 3

Según muchos, la tienda más bonita de Copenhague. Está en un callejón lateral a la calle principal de compras de la ciudad. Una calle literalmente igual a cualquier Fuencarral europeo, pero con la ventaja de tener un Arket de 2 plantas y un SamsoeSamsoe de 2.000 m2. Dentro, accesorios femeninos y un montón de porcelana de todos los tamaños. Y si buscas, seguro que encuentras el regalo del próximo aniversario.

 

11. Wood Wood Museum

Esta vez sí que fue pura suerte, y con la recomendación de otro amigo, Dani. Conseguimos entrar durante la última hora del domingo y nos abrieron para nosotros el Wood Wood Museum. La tienda-museo de la marca donde hacerte con un buen número de piezas a precio de outlet. Rozando el gran canal y rodeado de cafeterías, es hotspot ineludible para el amante del streetwear.

 

Ahora que ya te lo has leído todo, decir que no sabemos cuánto nos hemos gastado (realmente), pero seguro que mucho menos.

 

Fotografía: Lucía Medín
Cámara, film y revelado: Leica z2r + Kodak Gold 200 + Carmencita Film Lab
Texto: Román
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