Cuando PUMA adelantó el futuro: RS Computer Shoe

En 1975, Armin Dassler accede a la dirección de PUMA tras el fallecimiento -en octubre de 1974- de su padre, Rudolf, fundador de la marca y hermano de Adi Dassler. Una década después, la compañía tiene una vocación internacional, e incluso ha fichado como patrocinado a un joven tenista que apunta maneras (un tal Boris Becker), pero el auge de las marcas norteamericanas y la buena salud de adidas deja a la firma del felino en una posición muy complicada. Esto no es óbice, pese a todo, para sorprender al mercado con lanzamientos que, sin duda, se merecen ser considerados como auténticas innovaciones.

Ése es el caso de las PUMA RS Computer. Un modelo lanzado a mediados de la década de los 80 y que llamó la atención a propios y extraños por el elevado nivel de futurismo tecnológico que marcaba su pliego de condiciones. Unas sneakers que no eran llamativas por su diseño (no aparentemente), ni rendimiento, si no por introducir un adelanto que veríamos décadas más tarde en otras marcas: las PUMA RS Computer eran más parecidas a un ordenador que a unas zapatillas.

Las PUMA RS (siglas que significan Running System) Computer eran un híbrido entre sneakers y podómetro. Una zapatilla que incorporaba la tecnología necesaria para, conectándose a un ordenador de la época, ofrecer al corredor información relevante sobre distancia, tiempos y calorías, con sus correspondientes gráficos y evolutivo. Los anuncios de lanzamiento no dejaban lugar a dudas. El claim rezaba «también corren en 64K» haciendo un juego de palabras con el concepto ‘run’. El copy de la creatividad explicaba que PUMA estaba «tan adelante en lo relativo a tecnología que habían puesto ordenadores detrás de sus zapatillas».

Pese a todo esto, las RS no fueron las pioneras en este campo: las adidas Micropacer se adelantaron a ellas pero la apuesta fue mucho más fuerte en PUMA. Algunos medios en su momento se hicieron eco de que adidas comenzó primero a desarrollar este sistema, ideado por William Johnson. Cuando sus «hermanos» de más allá del río se enteraron de la noticia, decidieron hacer lo propio.

Mientras que las adidas Micropacer contaban con un podómetro incorporado que ofrecía la información de consulta mediante una pantalla LED instalada en la lengüeta, las PUMA RS Computer iban más allá: eran un gadget. Se conectaban directamente a equipos informáticos (Apple IIE, IBM PC o el Commodore 64 y 128) mediante un cable directo a su talón. Estas PUMA se ofrecían con un pack que incluía un disquete con el software necesario para manejar el data. Aparentemente, este software podía almacenar hasta seis años de resultados.

El diseño de las PUMA RS Computer Shoe no era nada del otro mundo. A nivel estético se adaptaban a los estándares de la época con una salvedad: una especie de añadido externo en la zona del talón, que en uno de los pares congregaba todos los elementos informáticos y en el otro caso era decorativo, pero se mantenía para asegurar las simetrías entre las dos zapatillas.

Respecto al precio de salida, las adidas Micropacer costaban unos 100 dólares, que se iban a más de 200 en el caso de las PUMA RS. Curioso, dado que en aquel momento PUMA intentaba ganarle la partida a sus competidores ajustando precios, por lo que esta cifra suponía una inversión tremendamente elevada. Como curiosidad, la marca esperaba vender varios miles de pares.

La idea, sobra decir, no resultó precisamente exitosa. Ni se vendieron demasiadas (el precio era una locura para la época, un reflejo de los experimentos que se hacían pensando en uyuppies adinerados pero desconectados del grueso de consumidores) ni han trascendido en el imaginario colectivo. Lo cierto es que supusieron un adelanto al futuro por parte de los alemanes, más enfocados en intentar pegar el golpe en la mesa que les permitiese adelantar a adidas, enfrascados ambos en una rivalidad fraticida. Los próximos años serían una sucesión de acontecimientos ya no solo en lo relativo a PUMA sino a todo el sector de las zapatillas, que desencadenaría el reinado de Reebok a nivel mundial y el posterior dominio absoluto de Nike. Pero eso ya son historias para otro artículo.