Es común en esta época del año que los entusiastas del café opten por acompañarlo de hielo, con el incómodo inconveniente de aguar el propio espresso.
Es así como, desde Barcelona, dos emprendedores han decidido apostar por el cold brew y obtener así el café perfecto para enfriar con cubitos. El resultado se llama Fred, el café elaborado, embotellado y etiquetado a mano en la Ciudad Condal y macerado a partir de granos molidos en agua filtrada durante veinticuatro horas, obteniendo de esta forma un café que conserva todo su sabor, aroma y cafeína, reduciendo a más de la mitad su acidez.
Además, es totalmente natural y respetuoso con el medio ambiente al no producir residuos y utilizar los propios posos del café como fertilizantes para las plantas. De momento se comercializa en establecimientos de Barcelona y Madrid dentro de botellas de 60 ml (dos cafés), y a través de su tienda online mediante botellas de 500 ml (dieciséis cafés) donde cada dosis equivale a un café solo, sin estar diluido y pudiéndose tomar con agua, leche, como Fred&Tonic o incluso caliente.