Con 18 años, la idea de convertirse en arquitecto sobrevolaba la cabeza de Nico Casal (1985, Santiago de Compostela). Su cariño al piano le llevó a desechar esta opción, y años después – etapa por Londres incluida – acabó componiendo la música para Stutterer, el cortometraje ganador del Óscar en el año 2016.

Desde ahí, un buen puñado de bandas sonoras que le han convertido en uno de los compositores más reconocidos del país y diferentes proyectos propios como el EP que estrena hoy mismo: Tourís.

 

Camisa: Diesel

Zapatos: Hereu Nombela

 Calcetines: New Balance

¿Recuerdas tu primer contacto con el piano?

Me cuentan mis padres que desde pequeño me pasaba horas aporreando un teclado pequeño que teníamos en casa, y a veces intentaba sacar de oído las canciones que escuchaba en la televisión. De eso sí que tengo algún recuerdo. Al ver que no me cansaba, en cuanto cumplí 8 años me matricularon en el conservatorio y no me he despegado del piano hasta hoy.

En mi experiencia, en el conservatorio era habitual encontrarse a niños que desarrollaban el interés en el instrumento después de que sus padres les apuntaran (y muchas veces nunca llegaban a desarrollarlo). ¿Fue tu caso o ya había una fascinación previa, ya sea con el piano o con la música en general?

Yo creo que ya empecé fascinado. Tuve mucha suerte porque en esos años tuve buenos profesores y todo era fácil y divertido, que creo que es la clave para enganchar a los niños más pequeños. Además, mis padres me llevaban, esperaban en el coche a que saliese del conservatorio hasta las 10 de la noche… suponía un esfuerzo también para ellos. Estudiar un instrumento puede ser muy duro si no das con los profesores adecuados, por eso tanta gente lo deja.

He leído que te planteabas estudiar arquitectura pero que finalmente optaste por el piano por evitar la parte técnica. Salvando las distancias, existe también una parte muy técnica en la enseñanza musical. ¿En algún momento te llegaste a ver como un intérprete, o diste el paso a la enseñanza superior teniendo ya en mente que te querías dedicar a la composición?

¡Qué va! Tardé mucho en tenerlo claro. Hasta los 18 estaba seguro de querer ser arquitecto, pero no quería dejar el piano así que decidí hacer el grado superior como intérprete.

Con 23, cuando acabé todo, vi que con la interpretación no me llegaba, que necesitaba algo más, y aposté por dedicarme a las bandas sonoras. A veces pienso que ojalá hubiese tenido más claro que quería ser compositor desde pequeño. Lo habría hecho de otra manera, pero la vida me ha ido llevando hasta aquí y cada etapa ha sido un aprendizaje.

¿Y cómo se dio la primera experiencia como compositor? ¿Cómo se da esta oportunidad?

Con 17 tocaba el piano en un grupo de música en mi colegio y el guitarrista, Jairo, hizo su primer corto y me propuso hacer la banda sonora. Le dije que no, que yo estudiaba piano, no composición, pero fue tan pesado que al final probé. Y en esa experiencia me cambió la vida.

Después de unos 5 o 6 años compaginando el conservatorio con la composición de música para cortos, anuncios y documentales, al acabar me vi con fuerza y experiencia suficiente para intentar dedicarme solo a las bandas sonoras, y me mudé a Londres a estudiar un máster. La verdad es que sin ese primer corto no sé si hoy estaría donde estoy.

¿Hay alguna obra de la que te sientas particularmente orgulloso de entre todas tus composiciones?

Difícil pregunta. Por ejemplo, estoy muy orgulloso de la banda sonora de «La Enfermedad del Domingo», una película dirigida por Ramón Salazar en 2018. La banda sonora acabó siendo algo muy áspero, incómodo y frío, con muy pocos elementos. Fue un proceso difícil pero muy interesante.

Por otro lado, acabo de hacer la música para la comedia «Te estoy amando locamente», de Alejandro Marín, y hacía falta música «un poco flamenca con toques de rock ochentero andaluz«. Nunca había hecho algo así. Fue muy divertido y todo un reto. Lo bueno de mi trabajo es que no me estanco, cada proyecto es diferente y siempre son retos de los que aprendo un montón.

¿Cuándo surge el título de una canción instrumental? ¿Es algo que pones a posteriori, es el germen de la canción?

Normalmente soy horrible poniendo títulos, se me da muy mal. Estoy semanas dándole muchas vueltas y, a veces, incluso con el tema acabado, mezclado y masterizado, sigo sin encontrar el título perfecto. También es cierto que cuando lo encuentro, me suele encantar.

Solo una vez, en mi primer disco, escribí los títulos antes de componer la música. Escribí distintos estados de ánimo por los que estaba pasando, y fue un ejercicio muy interesante el hecho de improvisar y componer teniendo los títulos ya escogidos.

Camisa: Nanuska

Pantalón: Arnar Mar Jonsson

Zapatos: Hereu Nombela

Hace años subías en tu canal de YouTube versiones a piano de PJ Harvey, Jamie xx, Sufjan Stevens o James Blake. ¿Qué artistas te inspiran hoy?

¡Me encantaba hacer esas versiones! Hoy sigo escuchando a James Blake, Sufjan Stevens, Jon Hopkins, Fred Again, Ralphie Choo, Sen Senra, pablopablo, Emmit Fenn…

¿En qué andas trabajando ahora?

Estoy acabando la banda sonora de la serie «Yo, Adicto» de Javi Giner, que saldrá en Disney+. Además, estoy presentando mi nuevo EP «Tourís» y acabando el primer disco de IMBERMIND, un proyecto nuevo de banda con Edu Imbernón, Luis Clemente y Álvaro Monreal que, si todo va bien, saldrá el año que viene y creo que será un antes y un después tanto en nuestras vidas como en la industria musical. Ahí lo dejo.

¿Nos podrías pasar una foto de tus últimas búsquedas en Spotify?

Jersey: MM6 Maison Margiela

Zapatos: Hereu Nombela

Dirección creativa, fotografía y estilismo

Román Iglesias

 

Entrevista

Alber Montalvá