How To Make It In America: retrato de una época y una generación

A comienzos de la década todo parecía mucho más sencillo. La crisis financiera ya había estallado, pero sus peores consecuencias todavía estaban por llegar. Supreme era el pináculo de lo que entendíamos por moda urbana (algo que molaba y lo suficientemente desconocido a nivel general como para disfrutarlo a modo privado). Y How To Make It In America (HBO, 2010) se acababa de estrenar.

La serie, que se vio repentinamente truncada y cancelada al final de su segunda temporada, retrató en apenas 16 episodios el espíritu de la escena moda del downtown neoyorquino. Pero, lo más importante, fue la obra que mejor resumió el estado-del-arte del streetwear y una especie de novela generacional. Todos los que por aquel entonces éramos jóvenes (de cuerpo o de espíritu) y nos interesaban las zapatillas, la moda, tendencias o el rap nos vimos reflejados en este tv show

Recientemente la cuenta de Instagram HIDDEN.NY presentó una campaña inspirada en esta serie en la que pudimos volver a ver a los dos personajes principales de la serie (Ben, encarnado por Bryan Greenberg y Cam, inmortalizado por Victor Rasuk) y que ha contado también con la participación de nombres icónicos como New York Nico. En 54 segundos de metraje han logrado despertar, a partes iguales, la nostalgia y el ansia de los fans por ver materializados sus sueños de una continuación, ya sea mediante una tercera temporada o una película conclusiva.

Para los que no la hayan visto todavía, HTMIA (cuidado, a partir de este momento es posible que haya algún spoiler), nos cuenta la historia de dos amigos que se intentan hacer un hueco en el mundo de la moda en Nueva York (de ahí el título). Ben es un diseñador frustrado que pasó de ser un talento joven a trabajar en una conocida cadena de ropa, mientras que Cam es el claro ejemplo del hustleo: alguien sin ningún talento aparente más allá del de estar siempre buscando algún modo de hacer dinero. La trama recorre los intentos de estos dos personajes por montar su propia marca, Crisp, y petarlo.

HTMIA no parte de ninguna premisa especialmente original (de hecho se ha comparado en muchas ocasiones con Entourage, por ejemplo). Su grandeza estriba, no obstante, en los pequeños detalles. Empezando por el opening, la intro es un elemento icónico que todos los fans tenemos en la cabeza. Acompañada por el clásico y melódico “I need a dollar” de Aloe Blacc, se suceden imágenes de estética analógica que describen a la perfección lo que nos encontraremos en la serie: un retrato de la ciudad y sus gentes.

Siguiendo con los pequeños detalles y las referencias al mundo de la moda urbana, podemos encontrarnos a lo largo de la serie menciones al desarrollo de la escena skater en los 90 (con Supreme o Zoo York), la relación con el denim o el mundillo thrift en Japón, la aparición de conceptos como el reselling (por ejemplo, cuando Cam intenta vender un par de sneakers en Flight Club y el dependiente se los rechaza porque, según le dice, lo que llevan los chavales en ese momento son náuticos) y mucho más. 

Uno de los puntos que más ayuda a conectar emocionalmente con la serie es que Nueva York es un personaje más en la trama. Aunque el epicentro narrativo de la serie transcurre en el Lower East Side, las aventuras de Ben y Cam nos van llevando por toda la ciudad y sus distintos boroughs, en un ejercicio de multiculturalidad y auténtico street hustling. Esto se refleja perfectamente, por ejemplo, en la línea narrativa (la cual posiblemente deja los momentos más hilarantes del show) que sigue los intentos del primo de Cam, René, por montar su propia marca de bebidas energéticas: Rasta Monsta

Y ya que hablamos de personajes, es necesario mencionar a todo el ilustre séquito de secundarios que ayudan a dotar de coralidad esta serie y que impregnan de color a HTMIA. Desde el grandioso Kid Cudi, que encarga a Domingo (uno de los personajes con los que mejor conectarás), hasta Kappo (un antiguo amigo de la infancia de Ben que trabaja en banca de inversión y se decide a meterse en el mundo de la moda, algo que adelantó muy bien la apertura o conquista de la escena streetwear por parte de elementos ajenos que viviríamos tiempo después). 

Mención especial merece el apartado musical de la serie, que ayuda a completar esa sensación general y a encapsular el sentimiento, cuando la vemos, de que nos trasladamos a otro tiempo y a otro lugar. Una combinación de clásicos del rap, himnos callejeros eternos y música de la escena indie-hipster del momento. Así, a lo largo de la serie podemos escuchar desde Washed Out, pasando por Cam’Ron, Styles P, Jeezy, MED, Large Professor, Phoenix, Chromeo, Breakbot, Avicii, Hot Chip, Mark Ronson, Nas & Damien Marley, M83, Mobb Deep o N.E.R.D, entre muchos otros. Puro eclecticismo y una foto de lo que podía sonar desde los coches si recorremos todo Nueva York en coche.

La serie, como comentamos, duró dos temporadas con un total de 16 capítulos. La primera temporada tuvo una recepción lo suficientemente positiva como para asegurar la continuidad en forma de una segunda, auspiciado también por las buenas críticas especializadas que recibió. Lamentablemente los últimos capítulos no lograron enganchar de la misma forma ni lograron reviews positivas (seguramente motivado porque la segunda temporada tiene un componente de continuidad, y habría dado lugar a una tercera temporada con más y mejores tramas). 

Como comentábamos al principio de este artículo, el vídeo de HIDDEN.NY nos ha despertado la nostalgia y ganas de ver más de HTMIA a muchos fans. Una posibilidad que es posible que nunca llegue y que seguramente no tenga el mismo impacto. La escena de la moda actualmente no tiene nada que ver con lo que era entonces, ni nosotros somos los mismos.

 

Al Sobrino