Jesús Terrés

Nada importa

Seguimos con los Top 10 del 2022, esta vez con Jesús Terrés.

Deja las cosas ser. Deja que las personas sean. No aceptes nunca que la receta es el esfuerzo porque no lo es. Es el amor. Hacer no haciendo. No poner trabas a la incertidumbre porque la belleza nace siempre del sentir, jamás del pensar. Dejarte avasallar por la vida. Entregarte.

1. Viajar.

 

Nunca hemos viajado tanto como este año, nunca tantos trenes, nunca tanto tiempo suspendido. Ha sido cansado pero también memorable, cada vez tengo más claro que una cosa va pegada a la otra. Tres momentos: las montañas nevadas en Gstaad, Villa Carlotta en Lago di Como (a la vera del Grand Hotel Tremezzo) y el silencio paseando a través del tiempo en los jardines de la Mamounia.

 

2. Que no a conversaciones que no.

 

(Mary Oliver con su perrete, eligiendo bien su tiempo)

Cada vez tengo más claro esto que me ha costado años entender: no debes nada nadie (por lo tanto, ojo a la derivación: nadie te debe nada), tu tiempo es tuyo, tus expectativas son tuyas, tu vida es tuya. Y como es mía no quiero dedicar un minuto más a quien no tenga algo que aportarme. Punto pelota.

3. Decir las cosas.

 

Una cosa llevó a la otra, y es que de esa certeza tan Gambardella y tan Lola Flores (y de las ganas de pasar tiempo junto a mi amigo Alberto, al que quiero una jartá, también) nació uno de los proyectos más bonitos de este año. El podcast Decir las cosas, que hacemos desde Vanity Fair para Gran Meliá. Me dan igual los hijos de mis amigos, perdonar una infedelidad (con Jorge Javier Vázquez) o no ir a bodas. Las cositas, claras.

 

4. Nada importa.

 

(Barcos de vela, Nikolay Dubovskoy)

Feliz, muy feliz con las cartas íntimas que envío cada sábado por la mañana —que llegan a más de 26.000 suscriptores, lo que ha situado a Nada importa como una de las newsletters más leídas del mundo (sección cultura) según el índice que crea Substack. En castellano es la más leída. Decidí pararlas porque era imposible (imposible) compatibilizarlo con el libro que me ha ocupado buena parte del año.

 

5. Escribir, escribir y escribir.

 

En estaciones de tren, en cafeterías, en puertas de embarque, en hoteles, en casa, amaneciendo y atardeciendo, feliz y no tanto. No conozco otra forma. Tampoco la quiero.

 

6. 3 de mayo de 2023.

 

Ese día se publicará mi primera novela. Me acojona porque hay muchas entrañas puestas ahí. Así debe ser.

 

7. Comer, beber, vivir.

 

Cada día me dejo llevar menos por “lo nuevo” en lo gastronómico y todavía menos por los galardones habituales —es precisamente lo que diferencia a nuestra Guía Hedonista, por eso premiamos el placer y nada más que el placer. Si tengo que quedarme con tres experiencias gastronómicas de este año, Etxebarri, DiverXO y la coctelería del Widder Hotel.

 

8. Lobo ❤️ Madrid.

 

 

Era inevitable. La base de la agencia sigue siendo La Marina en València pero la mayoría de nuestros proyectos y colaboraciones con marcas ya son allí. Que ahora es aquí. Estamos en Chamberí. Madrid es lo más.

 

9. Apnea.

 

He tenido que dejarla un poco de lado este año, pero no me va a pasar lo mismo en el veintitrés. Es difícil expresar los porqués, las sensaciones, qué me arrastra a ese fondo de mí mismo. Pocas emociones como estar allá abajo rodeado de una belleza azul cobalto, una belleza atávica que tira de ti desde allá al fondo de todas las cosas.

 

10. Mario.

 

El día 31 de diciembre me cepillé a Bowser en Super Mario Odissey. Ahí queda eso.