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Kanye West democratiza el hype con el restock de sus YEEZY Boost 350 ‘Cream White’

Publicado por el 31/05/2018 en Sneakers

Cuando adidas y Kanye West comenzaron su andadura y lanzaron las primeras YEEZY con su Season 1, todos atisbamos un horizonte diferente a lo que en ese momento ofrecía el panorama streetwear. Si algo ha definido a Ye es que, allá donde ha ido, ha sido The next big thing sin oposición.

Mientras otros artistas coloreaban a su gusto diseños concebidos por la firma que correspondiese, Kanye creaba su propia identidad. Él no hace colaboraciones, él es el artista detrás de la obra, el que analiza cada costura de sus colecciones en el estudio, el que llena las calles de clones de su mujer para lanzar una colección, o el que abarrota el Madison Square Garden para presentar su Season 3 mientras suena ‘The Life of Pablo’ por primera vez.

Él es odiado y amado a partes iguales, y no un poquito, o algo intermedio. O no lo soportas bajo ningún concepto, o te parece un genio absoluto. Éste último es mi caso.

El título del post anuncia el restock de las YEEZY Boost 350 ‘Cream White’, pero la forma en que van a ser repuestas tiene un significado mucho más allá de las propias zapatillas.

Cuando todo empezó con los alemanes, Ye dijo que habría Yeezys para todos, pero los lanzamientos de cada modelo parecían indicar lo contrario, por lo limitado de las cantidades disponibles. Y la controversia volvía a hacer acto de presencia en la carrera del artista de Chicago.

Las YEEZY 750 fueron la continuación del incombustible hype que ha generado siempre, y que alcanzó su pico máximo con el lanzamiento de las icónicas ‘Red October’, con él ya fuera de Nike. El precio de reventa es un disparate en la actualidad (entre 5.000 y 10.000$ el par), y sin ninguna duda, ese modelo fue el detonante del mercado paralelo actual de zapas y streetwear.

A raíz de la puesta a la venta de las ‘Red October’, con su diss correspondiente Kanye vs Nike, llegando a decir en Facts: «Nike treats people like slaves»; los pocos afortunados que se hicieron con un par vieron como su valor y el ansia por tenerlas se disparó entre los amantes de las zapas, los fans de Ye y todo aquel que lo flipa con lo limitado simplemente porque es limitado.

En ese instante, ser reseller pasó a ser una profesión para muchos jóvenes que, simplemente, compran y venden, sin interés alguno en la cultura y el trabajo detrás de cada pieza. Todo lo que tiene que ver con Kanye, ya sea merch o zapas, es lo más demandado por los clientes de estos bandoleros del hype.

La clave de los resellers son las conexiones que tienen y el nombre que se van haciendo a través de las redes sociales, Instagram principalmente, donde hay decenas de cuentas dedicadas a este negocio que se prevé que, en 2025, alcance la friolera de 25 billones en ventas. Uno de los personajes más famosos de este mundillo es Racks Hogan (curioso que su nombre sea «estante» en español, justo lo que saquea), plug de celebrities a las que revende los productos más cotizados del mercado. Él se dedica en tiempo completo a este negocio que impide que los consumidores reales puedan ser partícipes del hype, haciéndose con más unidades de las que realmente las marcas permiten. Nike y adidas están intentando contrarrestar este boom filtrando a través de sus respectivas apps al cliente objetivo, limitando a una la cantidad accesible para cada uno.

Con las YEEZY Boost, una de las zapatillas mejor hechas y más cómodas del mundo (si no las que más), se abrió la veda del mercadeo digital. Las tiendas empezaron a organizar sorteos para acceder a su compra y se delimitó el acceso a las tiendas físicas que las vendían a aquellos que las solicitaban. A cualquiera que no esté metido en este mundillo que le expliques que la peña se mata por ganar el acceso a comprar algo, lo más fácil es que se parta de risa a tu costa. Este sistema extremo, e hilarante por otra parte, es la consecuencia de la falta de escrúpulos de los que no tienen intención de disfrutar de las zapatillas, sino hacerles una foto para su Instagram. Y luego multiplicar su precio por tres, cuatro o cinco, según la cantidad disponible. La facilidad que tienen esta suerte de piratas del siglo XXI para acceder a cantidades ilimitadas de producto sólo tiene una explicación: los bots o monitores, softwares que permiten remotamente la compra a porrillo de lo que deseemos, sin importar la escasez de producto disponible y sus limitaciones al comprador.

Muchos de los que compraron las ‘Cream White’ en reventa por 400 o 500 € se estarán tirando de los pelos ahora mismo pues, y ya vamos al objeto que nos ocupa, se ha anunciado una reposición de UN MILLÓN de unidades worldwide para el próximo julio, según YeezyMafia. Semejante barbaridad de zapas disponibles sólo puede significar una cosa: la democratización del hype vislumbra un panorama esperanzador, y Kanye West cierra el círculo, cumpliendo su palabra de permitirnos a todos calzarnos unas YEEZY.

La limitación de producto no es mala, aporta ese punto de exclusividad, pero si no se controla la especulación con estos productos, el mercado acabará por colapsarse ante la pérdida de interés en aquellas marcas que no impidan el resell por parte de los amantes del streetwear y las sneakers.

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