La imagen de Kylie Jenner en la portada de Forbes lleva en mi cabeza una semana. Su imagen me intriga tanto como todo el clan Kardashian-Jenner, o la familia más rentable de la historia. Esta vez Kylie se lleva la pole position al hacer historia como la mujer más joven de USA en hacerse billonaria a sí misma; su fortuna alcanza los $900 millones a los 21 años que cumplirá el próximo agosto. Inspira.
Desde 2016, Kylie supo sacar el máximo partido a su marca personal, los labios, lo que Kim Kardashian al booty. Empezando con un único pintalabios, Kylie Cosmetics es hoy un imperio de cosmética que sufre de constantes sold out. Todo ello sumando los millones que se embolsa con sus TV Shows, patrocinios con marcas como PUMA, PacSun o la suya propia, Kylie + Kendall.
Su presencia en las redes es constante por todo. Paso a paso desde su transformación, su relación con Tyga, sus 111 millones de followers o por ser madre de la recién nacida Stormi Webster. En su entrevista con Forbes reconoce que –menos mal– gran parte de su éxito se lo debe a sus redes sociales, aunque lleva en pantalla con KUWTK desde los 10 años. «Social media is an amazing platform. I have such easy access to my fans and my customers» cuenta, así como de sus intenciones de continuar creciendo «para siempre».
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