El fotógrafo holandés mezcla en sus trabajos el fotoperiodismo con la fotografía de estudio, dando como resultado obras caracterizadas por la sensualidad, el humor y la desesperación. Además de la fotografía, ha creado películas e instalaciones de vídeo en las que utiliza los mismos modelos que aparecen en las series fotográficas.
Su capacidad para atraer la atención ha sido aprovechada por el mundo publicitario en marcas como BMW, Microsoft y Nintendo, entre otras. En 1999 su campaña mundial para Diesel Jean le otorgó el codiciado León de Plata en el Festival de Publicidad de Cannes. Dos años más tarde gana el mismo premio con las fotografías producidas para Heineken.