Chips, GPS, big data, start ups y apps, muchas apps. Estos términos bien podrían formar parte de conversaciones en un campus de Sausalito o de un capítulo de Mr. Robot, pero no. Todas estas siglas, acrónimos y términos tecnológicos son los que desde ya rigen los designios de los amantes del deporte.
El empeño de las grandes compañías de equipamiento deportivo en mantener a sus usuarios conectados, interactuando y proporcionando el máximo de información posible para mejorar sus resultados deportivos y facilitando a éstas el desarrollo de nuevos productos en base a ella ha derivado en el desarrollo de multitud de herramientas y plataformas con este propósito.
Si bien el fin de estas apps es el de mejorar la relación con el usuario y que éste sienta ese engagement con la marca deportiva de su elección, también plantea una realidad más frágil: la de la volatilidad de los datos almacenados y su posible mala utilización por terceros. El caso más destacado en este sentido es el que padeció Under Armour con el robo de los datos de los 150 millones de usuarios de MyFitnessPal.
Nike, adidas, New Balance, Reebok, ASICS e incluso Decathlon tienen ya a disposición de sus clientes apps de diversa índole. Desde las dedicadas a la compra de zapatillas más limitadas (Nike SNKRS), hasta las enfocadas al fitness (MapMyFitness de Under Armour), pasando por las que se dedican al análisis de información relativa a los entrenamientos de los atletas (Runkeeper de ASICS). Cada vez más las gigantes del deporte deciden adquirir compañías en pleno funcionamiento para su propio beneficio (Runtastic de adidas) dada su efectividad a la hora de integrarlas en los smartphones de sus clientes.
Sin embargo, no sólo de apps vive el ser humano. La tecnología está patente en cada pieza que adquirimos, desde sus diseños a los materiales empleados, a lo que habría que añadir los avances técnicos implantados en el calzado, los chips presentes en las camisetas de la NBA que monitorizan a cada jugador, el desarrollo de smartwatches…
Que hoy en día hay apps para absolutamente todo es una realidad, y que cada vez más personas cuentan con ellas para la mejora de sus rutinas deportivas y su vida en general, también. Faltará conocer qué será lo próximo con la inteligencia artificial llamando a la puerta…