La estética retro sigue invadiendo ya no sólo todo lo relativo a la moda, sino también otras disciplinas que en conjunto forman el imaginario del lifestyle. Tanto es así, que la fotografía no ha dejado de lado esta corriente y marcas de renombre por su rendimiento se suman a dicha tendencia relanzando modelos antiguos o creando nuevos a partir del componente estético. De esta forma, las cámaras dejan de ser únicamente una herramienta para pasar a ser también un accesorio.
Así, Nikon con su cámara DF de estética vintage representa a la perfección la unión de estilo clásico con rendimiento moderno. Una clara inspiración que se encuentra en los antiguos modelos de film de la marca japonesa, junto a la tecnología más avanzada de las nuevas D-SLR. Como sus 16.2 Mpx, el sensor CMOS de formato completo, la posibilidad de compartir instantáneamente las fotos a través de su red inalámbrica, o los hasta 204,800 ISO (valores forzados). En definitiva, un modelo que no destaca por su ergonomía, pero si por su rendimiento y componente emocional por reavivar el placer de tomar fotos.