La casa italiana ha anunciado que ha hecho uso de un crédito para iniciar una transición sostenible y convertir a Prada en una marca de referencia en este ámbito en el futuro.
El dinero se empleará en diferentes medidas que tienen que ver con la gestión de los desperdicios para minimizar el impacto de las prendas, como «regenerar y reconvertir los desechos de la producción, recoger y transportar estos desechos a agentes externos para que puedan ser reinsertados en la cadera de fabricación, aumentar el uso de energía generada por la propia marca y formar a los trabajadores».
La directora financiera de Prada, Alessandra Cozzani, afirma que «para nosotros y para otras compañías, recibir esta ayuda es un gran estímulo para lograr objetivos ambiciosos en busca de una economía sostenible».