Partimos de dos tendencias, en un principio, desfasadas. Como son los colores pastel y el workwear. Donde overcoats, pantalones de trabajo sobre pana y trajes de raya diplomática se enfrentan a una paleta de color edulcorada comúnmente asociada al armario femenino. Algo así como un contundente fuck you a los códigos de vestimenta clásicos.