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Ralph Lauren está de vuelta

Publicado por el 29/01/2019 en Artículos

¿O realmente nunca se ha ido? Sea como fuere, la marca por excelencia del estilo preppy está de vuelta en el juego urbano. De representar la quintaesencia de las clases medias-altas norteamericanas en el último cuarto del siglo pasado a ocupar los armarios de los raperos, la escena actual no sería igual si en 1968 un joven Ralph Lauren no hubiese decidido iniciar su proyecto personal. Pero algo sucedió en los últimos años para que la casa detrás de POLO hubiese perdido cierto -repito, cierto- brillo en las calles. Sin embargo, una vez celebrado medio siglo de vida, la firma está más viva que nunca.

Ralph Lauren representa, en todo su esplendor, el sueño americano. Especialmente por la capacidad de ilustrar el american way of life, entendido como familias felices de The Hamptons. Con un imaginario que bebía directamente del universo de la Ivy League (las ocho prestigiosas y elitistas universidades americanas como, por ejemplo, Harvard), Ralph Lauren saltó del mundo del remo y las aulas a las calles de Brooklyn y los boroughs de Nueva York.

La infinidad de colecciones, una obsesión casi enfermiza por el big logo, los patrones oversized, la multitud de colores, la inspiración deportiva… Aunque no nació para las calles, Ralph Lauren fue tomado por las calles a la vez que surgía toda una cultura alrededor del movimiento Lo-Life. El fondo superó a la forma.

Kanye West, James Jebbia, Wavey Warms, Wu-Tang Clan… Todos aquellos que han tenido voz y voto en la definición de la moda urbana en los últimos 20 años han tenido su etapa POLO. Desde el Snow Beach de Raekwon hasta el Pink Polo de West, pasando por las diferentes reinterpretaciones y homenajes que todas las marcas de streetwear han hecho en algún momento de su existencia a su más que externo archivo. La huella de la marca es casi eterna.

Pero en los últimos años los cambios estéticos, sus discutibles decisiones empresariales, la cantidad de submarcas existentes y referencias, entre otros motivos, provocó una cierta desconexión entre la marca y las nuevas generaciones. ¿Definitiva? Para nada. Una vez sopladas las cincuenta velas de su tarta, Ralph Lauren está dando sucesivos puñetazos en la mesa en forma de colecciones, colaboraciones y otras acciones que vienen a refrendar que los de POLO quieren ocupar el lugar que les corresponde en la mesa del streetwear.

Bien sea con las recientes reediciones de dos clásicos como son el Snow Beach y la 1992 Stadium Collection, o la nueva línea Polo Bear, así como la colaboración con Palace, por poner un ejemplo, Ralph Lauren está volviendo a recuperar un terreno que reclama por derecho propio. A esto hay que sumar los movimientos que su CEO ya anunció en 2016 tras acceder al cargo, como es reducir los descuentos existentes en sus outlets, por ejemplo (sólo hace falta hacer una visita a los mismos en los últimos tiempos para comprobarlo) o reducir los puntos de venta.

Además, Ralph Lauren está abrazando descaradamente el público que no ha engordado su cuenta de resultados, pero que ha hecho de la enseña un movimiento cultural. Por ejemplo, con las ya mencionadas colaboraciones o diversas acciones con nombres míticos asociados a la marca, como puede ser Thirstin Howl III o Meyhem Lauren. Este advertorial publicado en Highsnobiety es la mejor prueba de ello.

La pregunta definitiva, en cualquier caso, sigue abierta. ¿Volverá Ralph Lauren a reinar de manera indiscutible? ¿U ocupará un puesto como marca aspiracional de padres y locos de la nostalgia? Sólo el tiempo lo dirá.

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