El blanco es lo máximo y es lo mínimo. Para crearlo a través de la luz, el rojo, el verde y el azul se mezclan en su máxima intensidad para obtenerlo. En cambio, para conseguir un blanco mezclando pigmentos o tintes, basta con no utilizar ninguno de ellos. Los dos extremos representados bajo un mismo color.
Esta gran contradicción ha servido a lo largo de la historia para simbolizar su propia paradoja. En Occidente simboliza la pureza, mientras que en Oriente está asociado al luto. Sin embargo, prácticamente todos coincidimos en la paz, higiene, pureza y minimalismo que transmite su uso. Un minimalismo que empieza a caracterizar esta década, con el protagonismo del total blanco o negro.
Si en esta ocasión, le añadimos al blanco perfecto el acompañamiento del color metálico por excelencia, obtenemos la composición más limpia posible. Blanco con dorado. Dorado y blanco. La fuerza e integridad del color que no es color junto a la áurea refracción del metal más preciado. Así nace esta Ribags limitada a diez unidades fabricadas sobre exquisita piel blanca con detalles metálicos dorados. El white y el gold (W&G) juntos de nuevo para abanderar esta flamante forma de mezclarlos.
Las diez unidades ya se encuentran disponibles en la tienda online de Ribags.
Fotografía: Pablo Alzaga
Estilismo: Natalia Meri
Modelo: Horacio GA
