Después de la disculpa pública y retirada de la campaña completa, Balenciaga anuncia una demanda por 25 millones de dólares contra los responsables de las fotografías y dirección creativa de la misma: North Six, Inc. y Nicholas Des Jardins.
Esta demanda no está relacionada directamente con la temática BDSM de la campaña, sino con la decisión de incluir en una de las fotografías un documento perteneciente a un fallo judicial de la Corte Suprema de Estados Unidos en relación con la pornografía infantil.
Aunque parezca extraño, por las dimensiones de Balenciaga y la exhaustiva preparación con la que parecen hacer todo, la marca alega que North Six y Des Jardins incluyeron este documento judicial sin su conocimiento. Esta acción es calificada por Balenciaga como un acto «malévolo o cuanto menos extraordinariamente imprudente».
De los implicados, por el momento tan solo ha hecho declaraciones Gabriele Galimberti, el fotógrafo a cargo de la campaña. Desde Instagram, hizo saber que no intervino en ningún momento en la dirección de la campaña y la elección de los objetivos allí dispuestos.