Estética skinhead: su origen e influencia en la moda

Hace ya unos años, a finales de los 60, en Reino Unido surgió un movimiento llamado skinhead.

Películas, documentales y recortes de prensa hablan de este fenómeno llegado de la Gran Bretaña obrera. Jóvenes con botas de trabajo y pantalones vaqueros desteñidos por la lejía, afrontando así una estética obrera que los vincula a los barrios periféricos ingleses.

¿Qué sabemos en realidad?

 

Dejando atrás episodios morbosos para la crítica que ningún interés tienen en este artículo, vamos a conocer qué tiene de atractivo este movimiento, del que incluso algunos diseñadores han llevado hasta las más importantes pasarelas, copiando algunos de los códigos de esta estética tan atrevida.

Seguramente si has estado vivo entre los 80 y finales de los 90, puede que sepas un poco de que va la movida. Botas, tirantes, vaqueros ceñidos, tartán, bombers y cabezas rapadas.

Las chicas, conocidas como skingirls, lucían un corte de pelo característico a capas, dejando el flequillo y parte de las patillas y rapando la zona de la coronilla. A este corte se le denominó ‘Chelsea’.

Ellas utilizaban Penny Loafers, un calzado similar a los náuticos, con una suela bastante más gruesa. «Era un fenómeno social en Inglaterra», como así lo recuerda el  entrañable largometraje This is England’. Una tierna historia ambientada en la Inglaterra de los 80, donde es protagonista un niño de 12 años que cambia su estética llegando a ser pieza clave en un grupo de skins.

Se conoce que los primeros skins que se dejaron ver en España eran chicos que habían convivido en Inglaterra con esta cultura y al regresar a España a mediados de los 80, trajeron consigo esta estética. Se podían observar ya las primeras ‘pintas’ por las calles de las grandes ciudades españolas, que con la entrada del nuevo milenio se fueron difuminando.

Esta subcultura está ligada desde hace años a la polémica, pues numerosos medios han ido ofreciendo noticias sobre sucesos negativos acontecidos por este movimiento que, por ende, ha causado el rechazo y reproche de la sociedad.

Música y colegas

Esta cultura urbana mezcla música y estilo propio sin duda alguna. Sus principales vertientes musicales son el Oi!Ska y el Rocksteady.

Lejos de la imagen socialmente creada de música ruidosa sin armonía, regada de cerveza y danzas con letras más cercanas al infierno que a una corte celestial, existe un ritmo llamado Ska. Este ritmo recuerda al Reggae que hacen mover las caderas a cualquiera.

Los skins compartieron gustos musicales con la llegada del Ska. Tuvieron esta influencia por parte de los jamaicanos residentes en las ciudades británicas, como pasa hoy en día con la música urbana que escuchamos. No es más que un intercambio de culturas adaptadas a nuestros gustos. El Ska tiene un padrino, Lorenzo Aitken. Conocido como Laurel Aitken. Era un cantante, compositor y productor de origen cubano. Creció en Jamaica, donde más tarde y ya consolidado como estrella, emigró en los años 60 a Inglaterra. Fue allí donde este influencer musical de la época ofreció otro estilo de música que se hizo un hueco en el corazón de estos jóvenes.

Del suburbio a la calle

 

Las camisas de cuadros del estilo Ben Sherman, el Fred Perry, las bomber Alpha y las cazadoras tipo Harrington han sido siempre -y serán- estandartes de la estética skinhead. La moda también juega a eso de apropiaciones culturales. Podemos ver en las calles de todo el mundo esas bomber o botas al estilo Dr.Martens, tan características del movimiento skinhead. Carteros, policías o bomberos han ido calzados de esta icónica firma.

Diseñadas originalmente por el medico Klaus Märtens, de ahí la abreviatura de doctor, la marca se popularizó por su comodidad y los materiales de gran calidad empleados en la elaboración de esta bota con sello inglés.

Hay datos de que el responsable de la venta masiva de Dr. Martens fue Pete Townshend, el guitarrista de The Who, primera celebrity en lucir este calzado en un concierto. A finales de los años 60 fueron adoptadas por los skinheads, que antes de adoptar las Martens, calzaban otro tipo de botas menos cómodas, destinadas principalmente al trabajo y con una gama cromática limitada.

Con la llegada de las Dr. Martens y su novedoso color rojo cereza, se hizo de esta bota una insignia casi sagrada para la cultura skin. Con el paso de los años, se convirtió en un producto muy demandado, no sólo dentro del movimiento skin, sino para cualquiera que esté dispuesto a darle a su vestimenta ese toque rebelde.

En el siglo XXI se recuperó esta icónica pieza, incluso las vimos desfilar por varias pasarelas. Con la inyección de la industria de la moda han sido numerosas las firmas que se han sumado a colaborar con Dr. Martens, lanzando al mercado espectaculares creaciones que no pasan desapercibidas. Uno de ellos fue Yohji Yamamoto. El diseñador japonés lanzó el modelo 1460 Zip Boots. Esta colaboración se pudo ver en su colección AW16.

También llegaron a la ola del streetwear con el modelo 8053 HY de la mano de Stüssy, manteniendo así la misma y fiel estética de sus inicios.

¿Sólo han usado bombers los skinheads?

 

Hace unos años Vogue publicó que las bombers iban a ser un súper éxito de ventas. Muchas firmas textiles elaboraron dichas cazadoras  para la venta a un público totalmente ajeno al movimiento skin. Hoy día, sigue siendo una prenda muy demandada y son varias las firmas como Dsquared2Rick OwensSacai Raf Simons las que han conseguido llevar esta mítica chaqueta a la cúspide del lujo, pero no sólo en el juego entran las grandes firmas. H&M Zara, ponían a disposición estas prendas a un precio más asequible para cualquier bolsillo. El negocio de la moda es capaz de abrir una puerta y convertir una prenda vinculada a una escena urbana en algo tan valioso como una prenda de edición limitada.

La historia nos pone en el mapa KnoxvilleTennessee. Allí nace Alpha Industries, una empresa en la que producían ropa militar en la década de los 60, con un producto estrella, la cazadora Flight Jacket MA1. Se hicieron muy populares estas chaquetas de pilotos americanos junto a la CWU-45/P, otra pieza fabricada en nylon. Podía encontrarse en negro y verde militar, era reversible y contaba con un interior en un naranja chillón, que servía para poder localizar con mayor facilidad a un piloto en  caso de sufrir algún tipo de accidente.

Skin Fashion Week

 

«Me gustaría ver a los auténticos por aquí, a los auténticos de la calle, pero dudo que les hayan invitado». dijo Grace Coddington en Vogue Met Gala. La que fuera directora creativa de Vogue en USA quería ver realidad en un evento en el que, de alguna forma, se representaba una estética tan concreta.

En esos desfiles, en los que hay una exposición de un movimiento icónico, sería de esperar que nos encontrásemos con representaciones reales de lo que allí se está exhibiendo. En este caso los skins poco quieren interactuar activamente en el mundo de la moda, pero si de algún modo se les vincula con este mundo -aunque sea por mero romanticismo- qué menos que la oportunidad de ver cómo su huella está siendo  reconocida.

Diseñadores de todo tipo se han inspirado en este mundillo y han creado colecciones que han revivido la estética skinhead y han conquistado las pasarelas de medio mundo. Christian Dior Valentino han utilizado esta estética para convertirlas en una fusión entre lujo y calle. Sólo son negocios, nada personal, no hay un reconocimiento claro ni motivo documentado por el que quieran homenajear dicha cultura.

Especial agradecimiento a Gavin Watson Rene Habermacher por permitirme ilustrar el artículo con algún documento fotográfico propio.

Pedro Fernández