Las calles de Venecia se han convertido en el escenario ideal para la última performance del artista hispanocroata filip custic, «filip tiene alas». En esta ocasión, custic convierte en cuerpo del artista en el soporte de una escultura vestible: un top que sujeta un muñeco hiperrealista que representa al propio filip custic con unas alas de cigarra, adoptando una estética biónica.
Esta obra explora uno de los ejes clave de la obra de filip custic: las identidades. Es un tipo de obra que rinde un homenaje a los artistas que utilizan la calle como escenario, y que filip custic lleva trabajando en diferentes ciudades europeas. En este escenario surgen diferentes reflexiones para el artista, pero sobre todo para el público, invitándolo a salir de los espacios convencionales del arte para despertar nuevas reflexiones y planteamientos.
filip tiene alas forma parte de una serie de performances que custic ha llevado a cabo ya en París y Madrid y que planea continuar en Barcelona.
