«El centenario, para mí, representa una oportunidad para dar testimonio de la eterna vitalidad de Gucci, que año tras año renace, se renueva, restableciendo una relación inusual con la contemporaneidad de cuando se es niño, eternamente joven, observando el mundo con una visión poderosa. Reconocí la manifestación de su juventud por haber interceptado y recorrido, desde hace cien años, la cultura popular en todas sus formas. Sobre todo, en la música: el único medio, al margen de la moda, más reactivo hacia los tiempos que se transforman y marcan lo nuevo, el hoy, el ahora.» – Alessandro Michele.
Concebida como un homenaje para celebrar el centenario de la Casa, Gucci 100 manifiesta una profunda conexión entre dos lenguas universales, el lenguaje de la ropa como expresión de la identidad personal, y el lenguaje de la música, que recuerda una memoria colectiva.
Todo comienza con reflexiones sobre un número: 22.705. Esta es la gran cantidad de canciones en las que la palabra «Gucci» se menciona en las letras desde 1921 hasta la fecha según Musixmatch, la empresa de datos musicales que gestiona el archivo de letras musicales más grande del mundo y que ha colaborado con la Maison para esta investigación. «No se trata de un intento revisionista de rebuscar en el pasado: en todo caso, el mío es un revisionismo “inverso” de la historia de la Casa, hilvanada de nuevo por una nota, una melodía, un estribillo penetrantes. También porque, si tuviera que describir a Gucci, para mí sería un eterno adolescente que pasa el tiempo en lugares donde se escucha y se interpreta música», sigue diciendo Alessandro Michele.
Las prendas Prêt-à-porter y los accesorios muestran el logotipo de Gucci 100 o están adornados con versos de las tres canciones elegidas por Alessandro Michele de entre los innumerables temas que mencionan a la marca.
Jazz, Psicodélico, Punk japonés, Disco, Hip Hop, Afrobeat: estos géneros sirven de telón de fondo musical a un viaje de un siglo en el que un elenco de personajes se mueve a través de una evolución de sonidos, armonías, movimientos, gustos y estilos. Filmada por Joshua Woods bajo la dirección creativa de Alessandro Michele, la campaña canaliza el amor por la vida misma, el placer de la cordialidad, la belleza del baile, la energía abrumadora de la música, la emoción de la actuación. Imágenes que manifiestan, a través de su encanto «analógico», el deseo de Gucci de expresar optimismo y el placer de vestirse como un momento compartido de alegría y diversión.
