El comeback de Rihanna a los escenarios tras cinco años de inactividad, aunque hablemos de una actuación de menos de 15 minutos, se dio el pasado fin de semana en la Super Bowl 2023. Sin necesidad de invitados ni de un show secundario, la artista de Barbados generó una expectación que se tradujo en una audiencia mayor que el propio partido que enfrentaba a los Philadelphia Eagles contra los Kansas City Chiefs.
RiRi dejó la música de lado como objetivo prioritario, involucrándose de lleno en unos negocios que la han convertido en multimillonaria. El imperio de belleza y moda creado alrededor de Fenty tuvo su impacto post Super Bowl. Y no, no estamos hablando de un anuncio creado ad hoc para la ocasión, como hicieron otras marcas como McDonald’s y Doritos. Rihanna utilizó su propio directo para hacer un lucrativo guiño a Fenty Beauty.
rihanna don’t care about no damn tour or album she just wanted a fenty beauty ad pic.twitter.com/RgOUj8gVLB
— zander (@zandirts) February 13, 2023
Es conocido que a los artistas no se les paga por esta actuación, pero tampoco es difícil de entender el motivo por el que muchos no se resisten a aceptar pese a esto. El impacto de los 13 minutos de show que ofreció no se han hecho esperar, marcando las búsquedas de Fenty Beauty un espectacular crecimiento del 833%. Para ello, Rihanna no tuvo más que sacar del bolsillo su maquillaje y darse unos retoques express como si fuera un paso más de la coreografía.
No hubo un desembolso millonario de 6-7 millones de dólares, que es el precio medio de un anuncio durante la final de la NFL, pero no es nada descabellado pensar que el retorno de este simple gesto podría ser incluso superior.