Pocas cosas le quedan por conseguir ya al extraordinario diseñador americano.
Su trayectoria, plagada de éxitos y reconocimientos dentro y fuera de la industria, le han erigido en una figura imprescindible de los fashion shows y los vestidores de medio mundo.
RL siempre ha sabido moverse en todos los escenarios que un mundo tan cambiante como la moda plantea. Sus diseños enamoran a los más clásicos, pero también satisface a los que buscan algo rompedor con su incansable capacidad para reinventarse.
Tras devolver a las pasarelas su colección más corporativa, recientemente nos explotaba la cabeza viendo su colaboración con Palace, en la que ambas firmas lograban una simbiosis perfecta, uniendo dos identidades aparentemente dispares de forma totalmente natural.
Una carrera tan exitosa como la de Ralph Lauren no pasa desapercibida ni para la mismísima Reina de Inglaterra. Y no es un eufemismo. Isabel II le ha otorgado la máxima distinción civil británica al diseñador de 79 años por su enorme aportación a la moda, la economía y por su importante labor filantrópica, apartado en el que destaca su preocupación por la investigación de la cura del cáncer.
En un acto que se celebrará el año que viene, Lauren recibirá una conmemoración que ya ha rendido homenaje a las trayectorias de ilustres como Eisenhower, Bill y Melinda Gates o Steven Spielberg.
