Animal Crossing: un soplo nostálgico

 

He jugado una infinidad de videojuegos, pero creo que pocos poseen el alma que atesora este videojuego. Es especial y nostálgico, en el mejor sentido de la palabra y, además, alberga una cualidad única y verdaderamente especial: siempre quieres volver. He estado presente desde los albores de la saga, empezando con su maravillosa primera entrega para Nintendo 64 – y posteriormente relanzada en GameCube – hasta la última entrega de la franquicia, Animal Crossing: New Horizons para Nintendo Switch. Esta última entrega salió en un momento ciertamente oscuro, con la pandemia y su consecuente confinamiento, lo que provocó que la gente buscase nuevos entretenimientos y se diese de bruces con el New Horizons.

Hoy me he reunido con Rubí Carrillo, Dan Renville y Kindapatri, un grupo de chicas muy distintas entre sí, para analizar sus respectivas islas y avatares y así redescubrir este juego que tanto nos ha ayudado a desconectar del mundo real y simultáneamente nos ha permitido estar conectadas en el mundo cibernético.

Rubí, me gustaría saber cómo descubriste el juego o si ya habías jugado a entregas anteriores. ¿Cómo llegaste a Animal Crossing: New Horizons?

R: Empecé a jugar al Animal Crossing en su entrega Wild World porque, cuando me regalaron la Nintendo DS, mi padre se descargó todos los juegos que había disponibles y entre ellos estaba este. La verdad es que tardé un montón en empezar a jugarlo porque no me llamaba mucho la atención, no recuerdo muy bien por qué. Además estaba adicta a Pokémon, y empecé dos años después. Lo cierto es que esta entrega era divertida pero la personalización tanto del mundo como del propio personaje era extremadamente limitada, incluso para la época. Por eso no jugué tantas horas.

Cuando llegó la pandemia, me compré una Nintendo 2DS junto al Animal Crossing: New Leaf, juego que disfruté muchísimo más que su antecesor. En julio del año pasado mis amigas me regalaron por mi cumpleaños la Nintendo Switch con el New Horizons. Les estoy muy agradecida ya que, durante la pandemia, además de jugar al New Leaf, gastaba horas y horas de mi vida en ver videos de gente jugando al New Horizons en pleno apogeo del juego, que fue un verdadero boom.

Sí, el desarrollo que tuvo New Horizons en plena pandemia fue una locura. Creo que todo el mundo lo estaba jugando, yo incluida. Recuerdo conectarme y ver a todos mis amigos jugando a lo mismo, sobre todo los primeros meses. Además, al ser un videojuego cozy, te permite desconectarte en cualquier momento y llevar las partidas con calma y sin estrés. ¿En qué momentos del día decides que es el mejor momento para jugarlo? ¿Lo juegas para relajarte?

R: Para mí el mejor momento es sobre todo antes de irme a dormir. Llegar de trabajar o de haber hecho cualquier plan por la tarde, ducharte, cenar, entrar en la cama y jugarlo es de mis momentos favoritos del día. Tengo entendido que es un habitual en los tops y listas de videojuegos cozy. No me extraña que fuese tan jugado durante la pandemia.

Ahora me gustaría preguntarte cómo te desarrollas en el juego y meternos un poco en tu mundo interno, que en este caso es tu isla en el juego. Me gustaría saber el nombre, cuál es tu fruta favorita, tus flores favoritas, tu vecino favorito y en que te inspiras a la hora de crear y decorarlo todo.

R: Mi isla se llama Momochi, y adoro el melocotón. Está muy bien hecho, puedo casi percibir los pelitos de la fruta [risas]. Soy muy fan y siento que es lo que más encaja conmigo. Mi vecino favorito es sin duda Osunio, que parece literalmente un peluche. Es un panda pero no es simplemente eso lo que me gusta de él. Para mí es bastante importante ver como el vecino tiene decorada su casa, y solo diré que tiene toda la colección Bambú en la suya. O sea, no podía no ser mi favorito.

Respecto a mis flores favoritas, lirios rojos y rosas. A veces me gustan las mezclas curiosas de flores y decorar mi casa con ellas o ponérmelas en algún look. El set de muebles que más va con mi esencia es el set Cosmopolita, me obsesiona, aunque a veces uso muebles del set Dinastía. Cuando creo mis espacios me inspiro mucho en Tokio, aunque también en las regiones Pokémon, en crear niveles en los que hayas objetos interesantes, creando capas bien planteadas. Mi isla, por ejemplo, está muy mezclada. Tengo zonas que son muy naturales, aunque siento que falta que se note que puede haber habitantes viviendo ahí, pero aún así controlo mucho eso. Tengo, por ejemplo, un jardín botánico, que es mi proyecto más ambicioso dentro del videojuego. Lo que más me gusta de este videojuego es que tiene una capacidad de personalización inmensa, y la actualización de Happy Home Designer me pareció increíble. Se te va la pinza con los espacios que puedes crear.

Ahora me gustaría hablar con Dan y Kindapatri, y sobre vuestras opiniones y experiencias personales con el juego. ¿Cómo empezasteis a jugar y por qué os gusta? ¿En qué os inspiráis a la hora de crear y decorar? ¿Cuál es vuestro vecino favorito?

D: Yo descubrí Animal Crossing en la Nintendo DS con el juego New Leaf, que me encantó. Redescubrí de nuevo la saga con el New Horizons en pandemia, aunque es cierto que al principio me descargué una versión en el móvil porque, sinceramente, no me podía permitir la Nintendo Switch, pero en cuanto pude hacerlo me la compré sin pensarlo. Actualmente tengo el modelo OLED y es simplemente perfecta. Realmente esta saga es un recuerdo importante de nostalgia para mí, y lo que más me gusta es que en la vida real siempre me dan venazos de querer decorar desde cero mi casa y no puedo, pero en el videojuego sí. Entonces, si quiero tener una alfombra gigantesca de Hello Kitty, pues la tengo, y eso es como un sueño.

A la hora de decorar me inspiro en mi yo de 7 años [risas], porque tengo tantísimas cosas de Sanrio que puedo poner a mi disposición y que no cuestan dinero, no como en el mundo real, que entonces me inspiro un poco en lo que a mí me gustaría haber tenido, y me hace sentir como cumplir ese sueño inalcanzable que tenía con esas edad, y me parece algo bonito. Mi set de decoración va en esa línea. Qué decir, todo lo que tenga que ver un poco con Sanrio es bastante mi esencia. También me gusta mucho la luz ambiental de las diferentes estaciones, es mi cosa favorita. Por supuesto, mi fruta favorita es la cereza y mi flor el lirio, me encanta el vibe que le da a la isla. Mi vecina favorita es, sin duda, Mónica, una estrella del pop frustrada por no haber conseguido su sueño. Es mi favorita también porque se comenta en internet que es bastante difícil de mantener y se supone que si no tienes mucha interacción con ella o la motivas con sus sueños se va de tu isla a perseguirlos. Además, lleva sombra de ojos azul y eyeliner. Es maravillosa.

K: Yo fui una de las que se compró la Nintendo Switch en cuarentena y empecé a jugar al New Horizons por esas fechas. Estaba completamente aburrida, y me la compré porque necesitaba algo con lo que distraerme y funcionó. Lo que más me gusta de este juego es que consigue que el tiempo pase súper rápido con cualquier actividad. Pescar es con la que más disfruto, por cierto. Puedo estar 45 minutos seguidos y siento que no ha pasado el tiempo. El tiempo no existe para mí muchas veces en este juego, y es súper divertido.

A la hora de crear, la verdad es que mi isla actualmente está prácticamente vacía. No tengo árboles ni plantas porque aún sigo pensando qué poner en ella porque soy una persona muy indecisa y creativa, que quiere muchas cosas a la vez y no puede abarcarlas. Entonces, la verdad es que mi modo de juego es farmear, es decir, intentar conseguir más y más cosas constantemente y acumularlas. Sinceramente, ya no puedo tener más dinero pero todo el rato quiero más y más y al final no consigo saber lo que quiero así que estoy en ello. El resumen es que no sé lo que quiero porque lo quiero todo [risas]. Estoy todo el rato en las islas aleatorias despobladas que te ofrece el juego, en las que vas y coges lo que quieres. Es mi mundo totalmente. La fruta que da mi pueblo es la naranja, y no me gusta nada. Mi preferida es la cereza, y mi vecino favorito es Narciso porque lo único que hace es ser emo, estar triste y tiene un cuadro de una calavera en su casa. Es perfecto, yo le quiero así. Los muebles que más uso son los del set Mario Bros, que me parecen súper guays.

La verdad es que es increíble cómo cada una sois un mundo diferente, y cómo eso se refleja en vuestras islas. Me gustaría, ya para terminar, preguntar si tenéis alguna recomendación de videojuegos cozy para los lectores.

R: El videojuego que yo recomendaría es el Tap Tap Fish. Habré jugado una cantidad de horas que me da hasta vergüenza decir [risas]. Combina mis dos cosas preferidas, que son el fondo marino y cuidar de un Tamagotchi. Digamos que es un juego de simulación de cuidar de tu propio acuario. Lo recomiendo porque es igual de cozy que el Animal Crossing pero es diferente ya que, como comentaba Patri, este a veces te crea un sentimiento de urgencia y de creatividad que a veces es incluso estresante. Esto simplemente trata de cuidar tus peces mientras suena música relajante y ellos nadan tranquilamente. Este es el juego verdadero de desconectar.

K: Mi recomendación personal, además de entrar dentro de la categoría de videojuegos cozy, sería Unpacking. Es un juego de desempaquetar todo tipo de objetos y decorar un poco el hogar conforme vas desempaquetando, y es muy interesante porque la forma en la que decidas decorar la casa puede afectar al lore del videojuego. Si, por ejemplo, pones una foto de tu pareja en la cocina, eso significa que tu pareja no te importa lo suficiente y en el siguiente capítulo hay una posibilidad de que rompas con tu pareja y que la siguiente mudanza sea a una casa para una sola persona. Luego, me atrevo a recomendar el Kitty Powers Matchmaker, un videojuego de simulación en el que puedes hacer parejas queer y que, dependiendo del perfil, puedes hacer que tengan citas, se gusten e incluso se casen. Me gusta mucho el personaje de la anfitriona, Kitty. Ambos juegos son bastante económicos y divertidos.

D: Yo voy a ser la menos mística de todas, pero la verdad es que recomiendo mucho el juego de las Bratz, porque se lo vi a Bb trickz en un videoclip y recordé que lo tenía, entonces volví a jugarlo por las risas y resulta que me encantó. Es gracioso, porque es un videojuego para niñas de 5 años pero tiene algo especial, y es que dentro del juego existe un minijuego súper divertido de hacerte influencer que personalmente me desestresa bastante cuando quiero desconectar de redes sociales y en concreto de Instagram. En vez de subir una foto en mi perfil, la subo en el videojuego y listo.