Top 10 de 2021 para Ana Perrote
Este año ha sido muy duro. no voy a mentir. No me imaginaba que después de 2020, 2021 fuese a venir con más cancelaciones de giras y conciertos, y que fuera a acabar con otra ola. Ojalá no tuviese que hablar del COVID, pero sinceramente ha modificado mi vida entera. No tocar y no girar me ha dado una sola cosa buena, pero muy valiosa. Me ha dado tiempo. Aquí va lo que he hecho con este, que a veces me ahoga y a veces me da alas.
1. Tiempo para crear
Estoy muy contenta con todo lo que he hecho en el mundo de las artes plásticas, sobretodo la cerámica. He vendido obras por primera vez 🙂
2. Hacer nuevas amistades
Toda mi vida adulta he pensado que tener pocos amigos era algo bueno. Pensaba que cuantos menos, mejor los podría cuidar y de mejor calidad seria la relación. Este año he conocido a mucha gente nueva, y he cambiado de opinión.
3. Comenzar en la dirección de arte
Me inicie en un mundo que siempre me ha apasionado. Aqui estamos sacando la foto de portada del siguiente disco de Oro Vega.
4. Viajar
Descubrí Mexico, Islandia y Grecia.
5. Empezar terapia
La pandemia solo llevó al extremo unos sentimientos con lo que llevo lidiando muchos años. Ojalá no hubiese esperado a que desbordara el vaso.
6. Restaurar y crear muebles
Mi hobby favorito. Me encanta el diseño de interiores y poder combinarlo con alguna labor manual me hace muy feliz.
7. Mi familia
Cada vez soy mas familiar. Con la de aquí y la de Inglaterra.
8. Oír a una banda sinfónica tocar canciones que escribimos en casa
Los pasados reyes magos los pasamos en el Teatro Real, dando un concierto acompañadas de la banda sinfónica de madrid, tocando nuestras canciones re-visitadas por tres arreglistas clásicos.
9. Mis nenas
Seguimos siendo capaces de reírnos de nuestras miserias y no tirar la toalla. No se si sería así sin ellas.
10. El amanecer con mi perro
Sin duda el recuerdo más bonito de todo el año. Adopté a mi perro hace dos años, y era un perro con muchos miedos e inseguro. Se me escapó un par de veces y le cogí mucho miedo a la idea de dejarle pasear sin correa. Este verano en Portugal, madrugé todas las mañanas durante 8 días para dejarle correr por la playa vacía al amanecer.