Astromind: La diferencia es hacerlo. Y hacerlo de corazón

Un ejército de un solo hombre. Así define Iñaki Arce su proyecto Astromind, una firma de moda que nació casi sin quererlo pero que con el paso de los años ha sabido evolucionar hasta tener personalidad propia y un público fiel.

Hablamos con él para conocer el origen del imaginario que rodea el proyecto, cuáles son sus influencias directas y cómo afecta el fast fashion a una marca emergente, entre otras cosas.

¿Quién forma Astromind? ¿Qué background o estudios tienen?

‘One man army’. Yo me encargo de todo, desde la web hasta los cambios de direcciones de los envíos, pasando por los patrones y diseños de la ropa.

Sobre background, cuando tenía 12 años me descargué Photoshop para hacer banners y empecé diseñar en la “escena” de Call Of Duty de la época. A partir de ahí seguí diseñando, editando e involucrándome en casi todos los proyectos que podía. En 2020 empecé la carrera de Diseño Gráfico en Valencia, en 2022 tuve la oportunidad de estudiar el segundo cuatrimestre en París, donde me independicé con el dinero de la ropa que había sacado hasta el momento y flippeando ropa que estaba de moda en el momento en Vinted. Mientras estuve viviendo allí mi percepción de la ropa y el arte cambió, aunque nunca estudiara nada relacionado con la moda. Al volver a España, después de pasar el verano en Valencia, me mudé a Madrid para involucrarme por completo en el proyecto..

 

¿Cómo nació Astromind?

Desde pequeño me ha gustado diseñar en Photoshop y, aunque me gustase la idea, nuca había pensado como algo que podía aplicar a la ropa de una forma viable. Todo cambió cuando, hace años, hice un lettering que decidí poner en una sudadera Gildan.

 

Qué es más importante a la hora de convertir a ventas, ¿un buen producto o una buena estrategia de comunicación?

Honestamente, la conversión a ventas nunca ha sido lo que más he tenido en cuenta. Me preocupa más un buen producto, aunque tengo claro que la comunicación es algo que tengo que mejorar y es algo en lo que estoy trabajando.

 

¿Cuáles son las influencias detrás de Astromind?

Todo lo que me rodea y ocurre, aunque si tuviese que decir alguna marca diría Raf Simons o Undercover.

¿Qué nos puedes contar sobre vuestra última colección: ‘Missed Flights’?

La última entrega de invierno. Como las dos últimas colecciones, todas las piezas están hechas desde cero, en esta concretamente hay tres sudaderas gráficas con el fit cropped y boxy y los característicos bolsillos invertidos, así como unos pantalones, que son la versión en largo de los primeros pantalones cortos que hice, con el único cambio de que estos están hechos de un nylon mucho más suave.

Tenía muchas ganas de sacar la última de invierno y estoy muy contento por la recepción de la gente, también hemos hecho un comercial sobre la colección.

 

¿Qué quieres conseguir con Astromind?

Tanto a corto como medio plazo, seguir haciendo ropa y, como he mencionado antes, mejorar la parte de la comunicación e ir haciendo mejores campañas. A largo plazo creo que aún no lo puedo ni imaginar.

 

¿Cuál es el producto del que más orgulloso estás?

No lo tengo muy claro. Estoy orgulloso de todas las piezas al tener mucho trabajo detrás, pero la pieza que más ilusión me hace es un bolso del que está ahora en producción el primer prototipo. Tengo muchas ganas de que esté acabado.

Hicisteis sold out con unas prendas de cuero cuyo conjunto costaba 2.000€. ¿Cómo fue el proceso y cuál fue la motivación para lanzarlo?

El conjunto lo hice con mi amigo Dani. Si no hubiese sido por él probablemente se habría quedado en un archivo perdido en mi ordenador. Estuvimos una temporada viviendo juntos e hicimos un montón de ropa.

 


¿Te preocupas mucho a la hora de determinar el precio de las prendas? ¿Crees que el fast fashion hace tener una percepción errónea del coste real de los productos para una marca emergente?

El precio de las piezas está basado en el coste de producción. Está claro que no se puede competir con el fast fashion, no debería de ser ni una competición. Son dos cosas distintas. Eso sí, siendo que cada cada vez hay más gente concienciada con el cambio y dejando de consumir fast fashion.

 


¿Qué es lo más bonito de tener un proyecto como Astromind? 

El hecho de que sea, con todo lo que esto conlleva. No es algo que me pare a pensar muchas veces pero quizás cada vez que veo a alguien en el metro llevando alguna pieza o cuando una persona me ha dicho que después de comprar una sudadera ha vendido el resto de su armario. No sabría como explicarlo pero estoy muy agradecido con la respuesta a estas últimas colecciones.

 

¿Y lo más desagradable?

Los problemas con proveedores, logística o cualquier situación de impotencia de este estilo en el que no haya nada que hacer para poner una solución.

Pregunta obligada, ¿cuál es vuestra recomendación para esas personas que quieren tener su propio negocio?

Lo primero es no pensar en ‘negocio’. Hay que ser realista y no hay que perderlo de vista, pero también hay que partir de que sea algo que realmente nos gusta. Nadie puede escapar de sí mismo.

Creo que no hay que estar completamente capacitados antes de realizar cualquier tarea. Todo el mundo tiene que hacer algo por primera vez y muchas veces eso conlleva aprenderla.

Y por último, aunque en muchas ocasiones no sea sencillo, hay veces que la diferencia es hacerlo. Y hacerlo de corazón.