Hace menos de 10 años que acabó la licenciatura en Diseño de Moda en Central Saint Martins, dato que sorprende si tenemos en cuenta la reputación que ya posee a sus 35 años el diseñador británico nacido en Bulgaria.

La trayectoria de Kiko Kostadinov ha ido en todo momento hacia arriba, sin hacer frente a ningún altibajo que haya puesto un rumbo diferente al original. Relatar sus primeros logros y evolución posterior es trazar el mapa más perfecto de crecimiento en el mundo de la moda. Si no, lee: gracias a su colección de posgrado fue elegido uno de los seis mejores graduados según Business of Fashion; se convirtió en el primer estudiante de moda masculina en recibir el apoyo del programa NewGen Men otorgado por el British Fashion Council; Mackintosh le invitó a dirigir creativamente su nueva línea Mackintosh 0001; un año después (2017) comenzaba su asociación con ASICS; dos después (2018), expandía la firma Kiko Kostadinov a la moda femenina en un proyecto encabezado por las hermanas Laura y Deanna Fanning; fue nombrado uno de los Forbes Europe’s 30 Under 30 y fue semifinalista del premio LVMH en 2019 (el ganador fue Thebe Magugu).

En sus primeras creaciones se aprecia la influencia de marcas como Carhartt. A partir de la colección AW18, Kiko sorprendió transformando progresivamente su estilo, sin perder ese fascinación romántica hacia el workwear, añadiendo técnicas industriales en los procesos, así como texturas y calidez en los diseños. Uno de los aspectos que más destacan de su trabajo es la variedad de influencias que utiliza y, además, cómo estas no juegan un papel puramente estético. Kostadinov es capaz de superponer referencias extraídas del cine o de cualquier arte de un modo en el que el público es sujeto activo a la hora de otorgar una interpretación subjetiva. El léxico visual del diseñador es abrumador.

ASICS + STÜSSY + AFFIX

Este viraje coincidió también con un acercamiento a ASICS que, dentro del muy quemado calendario de colaboraciones de sneakers, representa todo un soplo de aire fresco año tras año. “Kiko Kostadinov ASICS? We’ll Take Them All, Thanks”, titulada Highsnobiety en 2022. Tan bien ha funcionado y funciona este partnership que en 2023 debutó su primera línea de moda conjunta: ASICS Novalis. Y es que no se trata de capitalizar la relevancia cultural de Kiko, sino de ceder las zapatillas como lienzo para impregnarlo del espíritu de diseño de Kostadinov.

Además de ASICS, sus dos colaboraciones con Stüssy hicieron que el público mainstream pusiera los ojos en su trabajo. Concretamente la primera, presentada en 2013, es considerada un grail para muchos, ya que Kiko afrontó la creación de las prendas de una forma muy cercana al trabajo del artista Richard Serra. Kostadinov cortó camisetas, bucket hats, hoodies e incluso pantalones y las reconstruyó dejando visible los hilos y las costuras propias del proceso de diseño.

La firma Kiko Kostadinov tiene como target un público con alto poder adquisitivo. El precio de su apparel se mueve entre los 400 y 1000 euros, por lo que no es descabellado pensar que el buen resultado de su conexión con Stüssy hizo que Kiko buscara acercarse de una forma más constante al consumidor general. Así nace en 2018 AFFIX, proyecto que emprende junto a los creativos Taro Ray, Stephen Mann y Michael Kopelman. AFFIX apuesta por combinar workwear con streetwear, dando forma a cápsulas en las que se apuesta por diseños minimalistas en prendas cómodas.

SASTRERÍA Y MODA FEMENINA

2019 significó un punto de inflexión en la carrera de Kostadinov. Por un lado, como ya he comentado, comenzó una línea de moda femenina y, por otro, introdujo en sus colecciones una notable influencia sartorial. La colección ‘Interviews by the River’ para SS19 aumenta también la paleta de colores sin dejar de situar el techwear y la línea vanguardista como ejes desde los que parte la propuesta global. Una muestra más del poder que tiene el diseñador a la hora de comercializar la imagen de su marca.

Laura y Denna Fanning, recién graduadas de Central Saint Martin, fueron las elegidas por Kiko para diseñar su primera aventura en el mundo de la ropa femenina. Es quizás en este apartado en el que más se siente que Kostadinov no es la única cabeza pensante. Y es que desde el comienzo de estas colecciones se aprecian códigos propios de las hermanas nacidas en Melbourne. Nunca se ha sentido como una mera extensión de la visión masculina de Kiko Kostadinov.  “No es realmente nuestra interpretación de lo que Kiko diseñaría para las mujeres. Pero tenemos los mismos ideales en términos de artesanía y queremos esforzarnos para hacer cosas nuevas”, comentaron en una entrevista a Elle UK.

Laura y Denna han sabido trasladar a la perfección, enamorando en el camino a varias it-girls (Mira Al-Momani, Dua Lipa, Bella Hadid, Iris Law), el característico toque kitsch y la mezcla de lo antiguo y lo nuevo que caracteriza gran parte del universo de Kiko. En estos momentos, la marca no busca dirigirse a un público masivo, algo que permite jugar con la experimentación y moverse con total libertad entre la línea que separa innovación y practicidad.

Kiko Kostadinov lo tiene todo para convertirse en el nuevo diseñador fetiche de la comunidad de la moda. No me refiero únicamente a las altas esferas, sino también a la gente común. Y es que, si bien su marca nace con cierto carácter elitista, la gran mayoría de sus prendas incorporan acentos utilitarios. Kostadinov es capaz de crear piezas atemporales que siguen las tendencias actuales, buscando al mismo tiempo, siempre de forma consciente, posicionarse fuera del discurso popular. Todo ello abrazando la evolución y el cambio.