Nicolás Colate

Estilista

Los diez momentos del 2023 para Nicolás Colate:

El 2023 rompió todos mis esquemas, ha sido sin duda uno de los años más variopintos y dispares hasta ahora. Un año de autodescubrimiento en el que destapé la manera de canalizar mi creatividad saliendo de la frustración. Un año de agradecimiento a la vida, al universo y a Dios por ser y estar. La verdad, viviría en el 2023 como 10 años más.

 

1. De repente soy estilista

Cambié de trabajo porque Alana me «obligó» a ser su estilista para el estreno de Barbie y desde ahí no he parado. Aunque me gusta, aún no tengo claro que quiera dedicarme por completo a ello, pero es complicado decir que no cuando no paran de surgirme proyectos. Es raro que el trabajo te busque a ti, y no tú a él.

2. Cumbia

Le pedí a mi compañera de piso que me trajera una CBO y vino con una perra salchicha. Ahora Cumbia es la alegría de la casa, antes lo era yo.

3. El Birkin

Gané el juego Hermès, conseguí que me vendieran mi primer Birkin, aunque no va a estar mucho tiempo conmigo. Who knows, knows.

4. Me mudé

Por fin encontré el piso que realmente quería en la zona que quería sin gastarme una millonada mensual, aunque al final lo que realmente prima es la compañía. Con mis llaves matching con mis dos personalidades, por supuesto.

5. La peluca

Iconic moment. Después de llevar 27 años con el mismo peinado me compré una peluca rubia con corte mullet, la estrené para la gala de la revista Glamour, aunque aún sigue dándome un poco de vergüenza ponérmela, no me entiendo.

6. Asesino Sicótico

A principio de año me ponía esta canción para todo y me ha acompañado en bastantes vueltas a casa. Asesino Sicótico, sin ser yo nada de eso. Bueno, un poco psicótico a veces sí.

7. Cool 3D World

Iba a mencionar a Felipe Pantone como mi artista favorito de este año pero en realidad siempre son y serán Cool 3D World. Aparte de inspirar mi caos, refuerzan todas mis incoherencias internas. Si tuviera que elegir unas cuantas palabras para definirlos sería entre vibrante y preciosa inmundicia. Podría pasarme horas viendo esta guarrería.

8. El Sella

Unos días en Asturias bastaron para enamorarme por completo de aquel sitio, pero lo que más me gustó fueron mis baños diarios en el Sella. Deseando volver.

9. Las vacas

Desde pequeño he estado obsesionado con ellas. No sé, para mí tienen algo especial. No tengo mucho más que decir sobre esto, al menos que sea interesante.

10. Pain au chocolat

Durante mi último viaje a París – estuve menos de 24 horas – reconecté con mis raíces francesas y volví a comer después de años un «pain au chocolat». Pff, se me hace la boca agua. Los mejores, para mi gusto, los de Yann Couvreur.