En tiempos pasados fueron otras marcas, pero en la actualidad Corteiz condensa todo aquello a lo que una marca emergente aspira. Estableciendo paralelismos, si Clint sitúa en el Reino Unido su centro de operaciones, para PPSC, acrónimo de Please Paulo Stop Cappin, sus headquarters se encuentran en Francia.

PPSC no es precisamente novata, pero tampoco goza de un background que le permita denominarse veterana. Paulo, su fundador, el cual lleva un perfil mucho más discreto que el ya mencionado Clint, la creó hace menos de cinco años, tiempo más que suficiente como para revolucionar la escena streetwear francesa.

La creación de comunidad sigue siendo una de las bazas fundamentales cuando analizamos marcas contemporáneas exitosas. Cuesta creer que no siempre haya sido así, puesto que al final el público son las personas a las que tienes que “enamorar” y crear dependencia, pero es algo que vemos con en su máximo apogeo en los últimos años. Y sí, probablemente se dio el mismo caso con Supreme en su época, pero con el poder e influencia actual de las redes sociales la magnitud no es ni comparable.

Que la gente compre tu producto indica que has hecho bien tu trabajo pero siempre hay un nivel más. Como por ejemplo, que la gente se pegue, literalmente, por conseguir uno de tus diseños. El marketing de guerrilla, es decir, llevar a cabo acciones “improvisadas” IRL en las que involucres a tu audiencia, es uno de los éxitos de PPSC. Si todavía no te haces una idea de lo que es, hay un par de ejemplos con los que saldrás completamente de dudas.

Domingo 13 de febrero de 2022, el día previo a San Valentín, PPSC hace un llamamiento a su público vía IG Stories en el que comunica que todas las parejas que acudan a un punto exacto recibirán unos pantalones joggers completamente gratis. Si estabas soltero también había premio, en este caso gorras. El único requisito para las parejas era demostrar esa relación con un simple beso. Después de cambiar un par de veces de localización, hubo un momento en el que fue imposible contener a los centenares de personas que acudieron a la cita. Pese a repartirse más de 300 pantalones y más de 100 gorras, muchos perdieron la paciencia y decidieron hacer uso de la violencia para no irse con las manos vacías. Como no, muchas de estas piezas fueron puestas a la venta de forma inmediata en plataformas como Vinted.

A veces, en este tipo de iniciativas ni siquiera hay involucradas prendas de la marca. Nuevamente haciendo un llamamiento por Stories, PPSC avisó de que había, nada más y nada menos, que un Mazda 323F en juego para todo aquel que se dirigiese a un sitio exacto. Las primeras 110 personas en llegar entraron a formar parte de un juego con una única y sencilla regla: el último en despegar la mano del coche se lo llevaba.

Una gran parte de la fama de PPSC se debe a su estrecha relación con alguno de los rostros que definen la nueva ola de rap francesa. Take A Mic, La Fève, Guy2Bezbar o Beendo Z, entre otros muchos, han lucido en algún momento el logotipo de la marca. Esto puede dar lugar a engaños para todo aquel que está pensando en iniciar su propia firma de ropa, puesto que hace creer que todo aquel que regale su ropa a un rapero conseguirá el mismo efecto. Y no. Ni por asomo. El éxito de PPSC y de cualquier otro proyecto normalmente no encuentra su causa en un solo motivo. Es la suma de todos la que consigue darle el estatus que atesora.