Susana de Castro

Los diez momentos del 2023 para Susana de Castro, Digital & Communications Manager for Southern Europe en PUMA:

Me encanta poder parar cuando se acaba el año, mirar por el retrovisor y agradecer todo lo que he vivido y, sobre todo, con quién lo he vivido. Tirar de carrete de foto, de archivo de Instagram y redescubrir momentos, risas y reflexiones que hemos ido acumulando todo el año. 2023, gracias por tanto recuerdo bonito. 2024, allá vamos.

1. Bacalar

Tras mi viaje, volví obsesionada con México (se sabía que iba a pasar). Centroamérica y yo tenemos algo, un no-sé-qué que siempre me enamora. Y en Bacalar se me paró el mundo, igual que me pasó años atrás en Bocas del Toro (Panamá), y quería detener el tiempo y estar allí eternamente. Bacalar es especial, atrapa. Suena a tópico, pero es así. Si sois viajeros, id ya, en breves dejará de ser un lugar mágico y será un nuevo Tulum. Dicho queda. Y de paso, visitad Oaxaca durante la Guelaguetza y CDMX. Felicidad asegurada.

2. Cenar en la terraza

Otro gran titular de mi año. ¿Simple? Posiblemente, pero esas cosas simples son las que creo que nos hacen (de verdad) felices. Poder vivir en un lugar con terraza y disfrutarla. Muchas veces no necesitamos de mucho más.

3. Comer

Si en las reuniones de trabajo nos dieran croquetas, todo acuerdo sería más fácil. No entiendo cómo nadie lo ha pensado aún. Me he ganado la gana de foodie, y bien merecida está. Comiendo rico soy mucho más feliz y, la verdad, no me fío de la gente a la que no le gusta comer bien. Ya sea cocinando en casa, que me cocinen o comiendo fuera, se me gana por el estómago. ¿Mis top restaurantes del 2023? La Mundana, Bacaro, las burgers de La Porca, Una mica de Japó y las bravas de LUTE en Barcelona; SAFO en Gerona; El cevivche de Choclo en Lisboa; Taquería Orinoco y Expendio de maíz Sin Nombre en CDMX; Brasserie Martin en París; y el Kitchen 154 de Madrid.

Comer: otro de los placeres simples que mejoran mi vida.

4. White Lotus

No creo que pueda superar esta serie en años. Solo abriré el debate, ¿era mejor la primera o la segunda temporada? Que vuelen los cuchillos.

5. Vardø

«Vardø, la isla de las mujeres» sería el libro de mi 2023 y mi continua reflexión. La «amenaza» del poder femenino en un mundo mal estructurado sigue siendo, muy a mi pesar, un titular que vende. Lo era en 1617 cuando se desarrolla la historia y lo sigue siendo en 2023. En la novela, una tormenta se desata sobre la isla noruega de Vardø dejando solo vivas a las mujeres. Algo que rápidamente se encargan de solucionar, no sea que se demuestre que podemos hacerlo bien. Desgraciadamente, en 2023, seguimos en esa lucha.

6. Algoritmos

La mayor parte del año acaba pasando delante de una pantalla o hablando de cosas que pasan en pantallas. Muchas horas de 2023 navegando entre algoritmos, impactos, métricas, IA, tendencias. Seguramente demasiadas neuronas sean gastadas analizando, indagando, debatiendo. Pero a la vez me apasiona.

7. Verano

La mejor sensación que puedo experimentar es estar rodeada de arena, notar el salitre en la piel y el sol destellando fuerte en mis pupilas hasta que no pueda casi ni abrir mis ojos claros. Lo repito cada año, y sigo sin cumplirlo como modo de vida, pero soy de esas personas que ha nacido para vivir siempre en temporada de verano. Mientras me decido a ello, este año he podido disfrutar de un verano bastante eterno, con mucha sal en la piel e inmejorable compañía. Firmo ya para que sea siempre así.

8. La basura es un error de diseño

Una frase que escuché en una entrevista y que me sigue persiguiendo. Otro año más intentando reducir y reusar más, comprar segunda mano y basurear menos.

9. Mi cumpleaños

Tendré 90 años y seguiré siendo la que celebra su cumpleaños cual boda de tres días. Celebrarlo con mi familia y reuniendo a la mayoría de mis amigos/as para mí es un grandísimo regalo. Empezar brindando a las 12h con vermut y acabar 13h después bailando Raffaela Carrá, también.

10. Open Arms

Empecé 2023 como voluntaria en su campaña de Navidad, y 2023 ha seguido siendo un año de apoyo. No creo en las fronteras, solo en la humanidad. Empezamos y estamos acabando el año con un mal sabor de boca internacional y cifras históricas. Qué importante reflexionar.