La increíble mezcla entre clasicismo y contemporaneidad del escultor afincado en Nueva York, Barry X Ball, se manifiesta en el proceso de creación de sus obras. Primero escanea sobre programas informáticos los sujetos o retratos que quiere crear, para más tarde tallar la piedra y pulirla a mano, dando como resultado un proceso de creación lo suficientemente complejo y perfeccionista como para durar de dos a tres años. Para ello utiliza además piedras semi preciosas, como lapislázuli y mármoles de diferentes colores y betas, que otorgan a sus obras unas cualidades estéticas increíbles.
Éstas han sido expuestas en diferentes exhibiciones alrededor del mundo, como Nueva York, Bruselas o París. Además de formar parte de las colecciones de diversos museos, como el Museum of Modern Art de San Francisco.
