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Marni debutaba el pasado 24 de febrero su nueva colección para la temporada Otoño/Invierno 2024 en una especie de túnel o cueva situado debajo de la Stazione Centrale de Milán.
La nueva colección partía de una particularidad muy evidente: la falta absoluta de referencias o imágenes más allá de una frase de Virginia Woolf que dice así: «Si por casualidad entras en una cueva de papel, no lleves ropa«. Por lo demás, Francesco Risso – director creativo de Marni – cubrió las paredes del estudio de la firma para obligarse a sí mismo y al equipo de diseño a concebir una nueva identidad sin inspirarse ni basarse en nada.
Así, por la pasarela desfilaron abrigos con enormes solapas, jerseys con cuellos ajustados y grandes hombreras, estampados de leopardo, garabatos y de efecto caleidoscópico aparecieron sobre diferentes vestidos, abrigos y chaquetas que pasaban del negro al rosa y al naranja. «Aquí, solo estamos nosotros. La alegría vive en ese intercambio«, rezaba el pie de foto con el que Marni presentaba la colección en su cuenta de Instagram.
