Estamos en 2019 y ser joven lo es todo. Billie Eilish tiene dieciocho años y treinta y dos millones de oyentes mensuales en Spotify. YNW Melly tiene diecinueve, ya se ha hecho una colabo con Kanye y ya se enfrenta a un juicio por asesinato. Los niños nacidos en el siglo XXI ya no son niños y vienen fuerte.
En nuestro país, Samxsen (leído Sam and Sen) representan a esa nueva generación dispuesta a hacer que sus mayores espabilen. Son primos hermanos y han crecido en El Maresme (Barcelona), aunque sus raíces van del Reino Unido a Senegal. Bailan juntos desde pequeños, y cuando cantan, su sonido trae consigo esa sensibilidad millennial por las melodías digitales y las percusiones homogeneizadas de Atlanta.
Su mestizaje sonoro y su frescura han atraído a Nike, que ha contado con ellos para presentar una equipación del F.C. Barcelona y las últimas Air Max 720. Antes de su último concierto en el Nike Store de Paseo de Gracia, tuvimos un rato para hablar con Leïti y Sam sobre la música que escuchan y la música que quieren hacer.
Antes de nada, nos gustaría que os presentaseis.
Leïti: Yo soy Leïti Sène, tengo veinte años. Hago música, bailo y vivo.
Sam: Yo soy Sam Davies, tengo diecinueve y hago lo mismo. Llevamos vidas un poco diferentes, pero siempre hemos estado juntos: somos primos de sangre. Haciendo música llevamos dos años y medio, pero empezamos a bailar hace diez.
¿Qué estáis escuchando ahora mismo?
S: A YNW Melly y a muchos artistas jóvenes de Florida que están subiendo ahora, como Glokknine. También tengo el foco puesto en U.K., Loski está cambiando de flow y estoy muy pendiente de lo que hace.
L: A Playboi Carti, a UnoTheActivist, a Lil Uzi Vert, a Young Thug… Aunque también estoy volviendo a James Brown y a Michael Jackson últimamente, porque estoy estudiando canto y me he viciado (risas).
“Molaría escuchar a Enry-K con Playboi Carti. O a Yung Beef con Young Thug.”
Vuestros orígenes van de Senegal a Manchester pasando por el Maresme. ¿Cómo han influido vuestras raíces en lo que hacéis?
L: Si te soy sincero, me cuesta un poco la música africana. Soy africano pero siempre he estado más cómodo con la música afroamericana.
S: Mi padre es inglés y siempre ha apoyado todo lo que he hecho en el mundo del arte, aunque eso, más que mis raíces, es mi relación directa con él. Mi padre también me ha puesto mucha música inglesa, y creo que en canciones como Bossanova u Other Side se ve reflejado que busco lo inglés, sus flows, sus cadencias.
Barcelona es muy importante como ciudad para el proyecto Samxsen, porque supone su punto de partida. ¿Cómo surge la relación con Nike? ¿Qué significa para vosotros haber presentado una equipación del Barça?
L: Es fuerte: siempre estás pensando en salir fuera a buscar oportunidades y, de repente, en tu ciudad, la marca más guapa del mundo y el equipo más guapo del mundo llegan y te fichan para su imagen. Realmente es un sueño, un sueño que te hace espabilar.
También supone una plataforma nueva. En 2019, es como si fuese una discográfica: no nos pagan para ir a un estudio pero nos dan la oportunidad de pagarnos el estudio que queremos.
En vuestra música diferentes géneros (trap, drill, boombap…) se expresan a través de diferentes idiomas (inglés, castellano, catalán). ¿Qué queréis expresar a través de este mestizaje? ¿Es buscado o es sencillamente lo que os sale?
S: Es lo que nos sale: con nuestras madres siempre hemos hablado en catalán, con algunos familiares, en español y, en el día a día, alternamos el inglés y el catalán con los amigos. Al final usamos las tres lenguas por igual.
L: Exacto, no es que hayamos dicho: “vamos a hacer canciones en inglés”. Es que en nuestro día a día lo usamos con normalidad, y entonces, cuando nos ponemos a escribir, nos damos cuenta de que algunas cosas quedan mejor en inglés. Nos mola poder coger cosas de aquí y de allá.
Aunque sois muy jóvenes, sabéis algo que muchos periodistas musicales españoles ignoran: lo que es el trap. Sabéis de dónde viene, quiénes son Three 6 Mafia y por qué son importantes. Sabéis lo que tiene que ver su música con la con de Mobb Deep y lo que no. A veces sonáis mucho a Atlanta, y a veces más a Nueva York. ¿Dónde os sentís más cómodos con vuestro sonido?
L: Yo diría que Atlanta, porque la mayoría de referentes que tengo han salido de ahí: Playboy Carti, Young Thug, Gunna, Lil Baby… Atlanta ha creado un sonido muy importante al que el resto de los States ha ido adaptándose.
S: Vaya por delante que ni somos de ahí, ni queremos serlo, pero sí que nos identificamos más con el sonido de Atlanta que con el de cualquier otro sitio. Cuando éramos más pequeños escuchábamos mucho West Coast, desde N.W.A. hasta The Game, pero no se puede negar que ahora mismo nuestra música mira hacia Atlanta.
¿Y a quién preferís, a Offset o a Kendrick Lamar?
S: Para mí los dos son GOATs.
L: Kendrick Lamar tiene más relevancia como artista, pero el flow de Offset es criminal. Los dos tienen demasiado peso como para escoger. Si pudiera colaborar con ellos, haría un feat con Offset ahora, y dentro de tres años uno con Kendrick (risas). A nivel de crecimiento, creo que Offset me daría unas cosas, y Kendrick me daría otras para las que yo, como artista, me quedaría corto ahora mismo.
S: Cuando escuchas un álbum de Kendrick, la producción está tan bien pensada, y se notan tanto las horas —los meses— que hay detrás de cada canción… Hace dos años que no saca un álbum y no creo que esté en su casa parado. Todo lo que lanza está bien pensado. Es un artista completo.
¿Con quién os gustaría colaborar en el futuro?
S: A nivel nacional, creo que ya estamos empezando a trabajar con la gente con la que nos gustaría: gente parecida a nosotros en muchos aspectos, como West Dubai, por ejemplo. A nivel internacional, colaborar con Pharrell Williams sería un sueño. Todo lo que hace es oro.
L: Aquí en España creo que apostaría por Yung Beef o por C. Tangana. Por Yung Beef de corazón, porque llevo muchos años escuchándolo y realmente es una persona que ha influido mucho en mi sonido. Y por C. Tangana, porque al principio lo miraba con un poco de recelo, pero ahora he visto lo capaz que es de crear un contenido que la gente se acaba comiendo. Me gustaría ver cómo lleva mi estilo de música hacia algo más mainstream.
¿Y a qué artista español os gustaría juntar con qué artista internacional?
L: Molaría escuchar a Enry-K con Playboi Carti. O a Yung Beef con Young Thug.
Empezasteis a bailar juntos y los dos lo hacéis profesionalmente. ¿Qué os aporta la danza?
S: El ritmo, la musicalidad… El baile ha activado en nosotros un instinto que quizá no tendríamos si no fuésemos bailarines: un instinto de predicción, de saber lo que va hacer la canción.
L: La danza te da una sensibilidad especial. Bailando descubres diferentes estilos y aprendes a expresarte con tu cuerpo. Yo creo que podemos hacer una canción agresiva y una súper amorosa y sentirnos cómodos en los dos registros porque ya hemos estado en esa situación bailando.
Aunque quizá sobre todo la disciplina. La danza es disciplina, es estar cada día ahí delante del espejo. Y aunque a veces parece que no, la música también es así: tienes que estar cada día en el estudio o practicando por tu cuenta. Bailar nos ha enseñado a no quedarnos parados.
“La danza te da una sensibilidad especial. Bailando descubres diferentes estilos y aprendes a expresarte con tu cuerpo. Yo creo que podemos hacer una canción agresiva y una súper amorosa y sentirnos cómodos en los dos registros porque ya hemos estado en esa situación bailando.”
Leïti (Saucysene) está trabajando en un proyecto que mezcla diferentes disciplinas artísticas (visuales, interpretativas y musicales) y ya tenemos ganas de verlo acabado. ¿Qué podemos esperar de SamxSen este 2019? ¿Algún adelanto?
L: Como Samxsen, nos hemos dado cuenta de que todo nuestro grupo de colegas canta, y queremos hacer algo con eso. En dos semanas publicamos la intro de una mixtape que saldrá en verano.
A nivel personal, en un mes y medio saco álbum como Saucysene. En él aparecen Cecilio G., Aleesha, Enry-K y Ana Sting como directora creativa. La verdad es que tengo muchísimas ganas de que salga, porque es en lo que más he trabajado día a día.
¡Muchísimas gracias!