Es muy probable que, pese a no haber nacido en la década de los 80, alguna vez hayas deseado (o calzado) unas Air Max. Esas zapatillas de Nike capaces de evolucionar y revolucionar hasta nuestros días la propia sensación aspiracional del ser humano por caminar sobre el aire.
Bien, dejando entonces de lado la meta final de carrera, la marca del swoosh se sacó este mismo año de la manga una nueva silueta Air mezcla de Air Max 93 y 180. Capitaneada por la unidad translúcida de aire encapsulado más grande de su historia. Y aderezada con ese atractivo estilo lifestyle que propició un diseño puramente ideado para el día a día.
Estas Air Max 270 desembarcaron así en la calle, reventando estadísticas y girando cuellos mientras Foot Locker seguía celebrando en su recámara la posesión exclusiva de este colorway. El más inmortal hasta la fecha, ya disponible en sus tiendas como si de una piedra arqueológica recién descubierta y expuesta se tratase. Dispuesta a ser admirada, y llevada, por los pies más selectos. Aquellos capaces de apreciar el valor que tiene pisar a diario aire a juego con un tono sepia mineral, mientras el resto de su arsenal tecnológico redondea esta silueta única. Mezcla de la amortiguación más apreciada de Nike y el gusto por la exclusividad de Foot Locker.