Hace unos meses, Supreme denunció ante las autoridades el uso fraudulento de su nombre, junto a otras variantes del mismo que podían entrar en conflicto con la actividad profesional de la empresa.
Una de esas denuncias iba dirigida hacia la famosa ‘Supreme Italia’, firma que se aprovechó de que la Supreme original no registró -por numerosos motivos- su logo en muchos países, entre ellos España, Italia, Indonesia, China o Singapur. A través de estos fakes legales, International Brand Firm Ltd, compañía dueña de Supreme Italia, ha obtenido beneficio económico prolongado en el tiempo aprovechando el desconocimiento de gran cantidad de consumidores.
La multa total asciende a 10,4 millones de dólares, equivalente a 8,7 millones de euros y los fundadores se enfrentan a penas de entre 8 y 3 años de cárcel.
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